Cuando lo cotidiano se rompe…
¿Qué ocurre si una vida normal y corriente, como la que podemos llevar tú o yo, cambia de repente por un malentendido casual? Esto es lo que le ocurre a Jaime, el protagonista de la novela que hoy os vengo a reseñar. Se trata de El protegido, del escritor malagueño Pablo Aranda que publicó hace unos meses la editorial Malpaso.
Descubrí este libro cuando echaba un vistazo a la web de la editorial y lo vi entre sus novedades. Lo que verdaderamente me llamó la atención fue que ya conocía al autor por dos de sus novelas: La otra ciudad (2003) y El orden improbable (2004). Estas dos historias (publicadas por Espasa), que leí cuando todavía no era ni universitario, me dejaron muy buenas sensaciones. Me gustaron porque ambas aunaban temática social con personajes realistas y tramas intimistas y cotidianas. Por eso cuando leí la sinopsis de su última novela y descubrí que El protegido parecía ser todo un cambio de registro del autor, dije que tenía que ser mía (finalmente se adelantaron los chicos de Malpaso que tuvieron el gran detalle de enviármela, ¡muchas gracias! 😛 ).
Una vez que la he leído, lo cierto es que me ha resultado difícil catalogar en un género concreto la historia de Jaime. Porque El protegido no se encuadraría en las novelas policíacas al uso, esas en las que hay detectives rudos y muchos tiros. Es cierto que tiene cierto aire de novela negra, pero aún así, lo que prima en esta trama son también los personajes, que siguen manteniendo el estilo de Pablo Aranda al retratarlos con realismo y sinceridad.
El libro nos introduce en la vida de Jaime, un tipo que lleva una vida algo aburrida, sin sobresaltos, trabajando en una asesoría fiscal. Vive con Inma, su novia actual aunque sigue manteniendo contacto con su ex novia Elena. Y es que a Jaime le sigue persiguiendo ese pasado con Elena que se mantiene vivo por el hijo que les une, Álvaro, a pesar de que nuestro Jaime no sea su padre biológico. Pero si su existencia resultaba un tanto insulsa, un suceso cambiará esto de manera vertiginosa.
Todo comienza cuando un día acompaña a Inma a enseñar un piso que ella quiere alquilar. Allí se presentarán dos jóvenes marroquíes, Abdu y Karim, hermanos, con el dinero del alquiler listo para entregarlo. Así lo hacen y se marchan hasta que, días más tarde, Abdu aparece muerto y Jaime decide ir a devolver el dinero del alquiler a su familia. Las consecuencias de este gesto justo parecen llevarle por un camino inesperado que, poco a poco, se irá liando más…
«Cuando llegaron al merendero de la playa, Inma estaba allí. Pidió a un camarero que calentase la comida de Álvaro. Sentía a Inma pendiente de sus movimientos mientras le daba cucharadas de puré a su hijo. Álvaro era su hijo. Él era un hombre con un hijo. Los ojos de Inma aprobadores, brillantes, bonitos. Un momento decisivo. Todo o nada. Iban a tener que tomar una decisión, habían llegado al punto de no retorno, lo que había valido hasta entonces pertenecía a una etapa que terminaba. Inma había visto un hotel en París que no salía demasiado caro y le propuso que al día siguiente, ya sin Álvaro, buscasen un vuelo. Podía hablar con ella justo antes. Tenía que hablar con ella. La salvación o el fin. París».
Si lo que esperáis encontraros en El protegido es una novela policíaca donde se investiga un caso o hay algún misterio que resolver, estáis en el libro equivocado. Esto es quizás lo que más me sorprendió conforme iba leyendo la historia. Porque, como ya he mencionado, El protegido no es una novela negra canónica sino una novela de personajes con ligeros tintes negros. A través de Jaime, de Inma, de Elena, de Karim, de Isidro…Aranda bucea en el pasado y el presente de estos personajes, en sus dramas personales y en sus pensamientos y nos hace reflexionar sobre las relaciones sentimentales, sobre la imagen de la inmigración, sobre las venganzas y las rencillas o la inestabilidad de una sociedad que parece estar en continua crisis.
Si bien me esperaba una trama más policíaca, lo cierto es que ese malentendido desencadena unos turbios acontecimientos que permiten al narrador ofrecernos una perspectiva diferente de nuestro protagonista, de Jaime, que pasará de una existencia anodina a otra vida mucho más al límite de lo que él esperaba y/o deseaba. Muertes, malentendidos, posibles asesinatos, accidentes…toda esta arquitectura de novela negra está al servicio de esos sentimientos que el narrador nos deja conocer de gran parte de los personajes que circulan por esta trama. Todo ello contado con un estilo directo y certero, hecho con frases cortas y diálogos ágiles, muy diferente quizás al que recuerdo en las novelas anteriores de Pablo Aranda.
La trama, además, se desarrolla en dos tiempos, en la actualidad (2015) y en (2013). Es quizás esta dualidad temporal la que confirma que estamos ante una novela más intimista que negra ya que estos dos tiempos en la trama permiten al lector conocer la evolución de los personajes y sus interrelaciones a la vez que, a mi juicio, resta protagonismo a la trama más central y oscura de la historia, la relacionada con el dinero del alquiler y sus consecuencias. En este sentido, creo que se podría haber sacado más partido a la vertiente más policíaca y negra de la historia.
El protegido ha sido una lectura que me ha sorprendido por ofrecerme una historia cotidiana, aderezada con tintes negros y algunos elementos algo exagerados, que no imposibles. Es una novela que destaca por mostrarnos unos personajes realistas, a los que conocemos con gran profundidad y detalle, y a los que les acompaña un pasado con frustraciones, desengaños, alegrías y penas. Una novela que nos hace reflexionar sobre temas como el amor, la inmigración o sobre las consecuencias que los actos fortuitos y los malentendidos pueden tener en nuestra vida.
A destacar: Una estructura de novela negra sirve para construir una trama intimista con personajes cotidianos que sufren los problemas de nuestra sociedad actual.
Autor: Pablo Aranda
Editorial: Malpaso
Páginas: 226
Precio: 17 €
Valoración:
Gracias a Malpaso por el envío del ejemplar.
Comentarios recientes