VDL Negra 23: Monstruos rotos
Mi estreno con la escritora sudafricana Lauren Beukes no podría haber sido mejor. Y es que en Monstruos rotos, obra que hace unas semanas publicaba Siruela, su autora realiza una espléndida hazaña narrativa para ofrecernos algo más que una macabra investigación policíaca. Toda la acción se desarrolla en la ciudad de Detroit donde la detective de homicidios Gabriella Versado deberá asumir un truculento caso: el salvaje asesinato de un niño cuyo tronco ha aparecido pegado a la parte trasera de un ciervo. ¿Qué motivación ha llevado a alguien a cometer tan repulsivo crimen? ¿Es el acto de un loco o es el resultado de una planificada venganza? Versado tendrá que esclarecer cada una de las preguntas antes de que el asesino vuelva a matar. ¿Lo conseguirá?
El acierto de Monstruos rotos radica en mostrarnos toda una metáfora de la crisis de este siglo XXI y de la hipocresía del ser humano. Y qué mejor manera de hacerlo que situando una investigación criminal en el símbolo de esta decadencia, la ciudad de Detroit, donde un asesino quiere sembrar el terror con su particular seña de identidad. La novela de Beukes no sólo nos sumerge en esta imagen de la ruina, del desahucio y de la desesperanza de esta desolada ciudad sino que también nos adentra en los peligros más certeros de la sociedad de la información en la que vivimos, como el poder de las redes sociales y los nuevos canales de comunicación para difundir y viralizar informaciones (a veces de forma no deseada).
La trama va desmenuzándose poco a poco a través de la perspectiva de diversos personajes, cuyas acciones se irán intercalando: la propia detective Versado, a la que el trabajo apenas le deja tiempo para cuidar de su hija de quince años, Layla; la hija adolescente de Versado, a su vez, vivirá junto a su amiga Cas sus propios líos, en los que los chats y las redes sociales tendrán mucho que ver; también se seguirán los pasos de Jonno, un periodista fracasado que supera ya la treintena y que despertará junto a una DJ, su nuevo ligue, quien le impulsará a reconvertirse en bloguero, para lo que deberá recorrerse los edificios abandonados que imperan en Detroit; la visión más amarga de esta ciudad la aportará TK, un marginado sin techo que, sin embargo, goza de un férreo espíritu humanitario y conciliador; y, por último, el lector también reconocerá la voz y las acciones de Clayton, un enloquecido artista que hará cualquier cosa por hacer realidad sus sueños y conseguir, en una enfervorecida ansia de ego, que todo el mundo conozca lo que es capaz de hacer.
«Se pregunta si su viejo vería cosas en la carretera cuando atravesaba el país en sus tiempos de camionero. No se lo preguntó nunca. En ocasiones se lo llevaba con él en los trayectos más cortos, a Chicago o Búfalo. Durante aquellos viajes no hablaban. Clayton tenía demasiado miedo de meter la pata, atemorizado por aquel hombre que masticaba chicle sin descanso porque el tabaco producía cáncer, y circulaban horas y horas así, los dos en silencio, dejando atrás kilómetros y kilómetros. Al final el viejo dejó de llevárselo, porque no podía faltar al colegio. Pero cuando se graduó y dijo que quería estudiar arte, su padre se encogió de hombros y dijo que adelante, siempre que pudiese comer de ello y mantener a los suyos».
Lauren Beukes construye, a partir de una estructura polifónica, una novela negra con trasfondo social, donde la investigación policíaca es una trama más que se intercala con la del resto de personajes que se alternan en la historia. Las subtramas que giran en torno a Layla, TK o Jonno enriquecen este retrato, dotando a al novela de un toque psicológico más profundo, construyendo una excelente panorámica social de la vida occidental en el siglo XXI. Aún así, al principio el lector puede sentirse algo desorientado, al entrecruzarse lo policíaco con estas otras subtramas, y quizás la lectura puede resultar algo lenta en estas primeras páginas. Pero progresivamente la historia va tomando forma y, a medida que uno va leyendo, se irán atando cabos hasta dilucidar qué une a personalidades tan dispares. Unas voces muy diferentes que, sin embargo, acabarán confluyendo en un final de tintes sobrenaturales.
En definitiva, quienes se acerquen a Monstruos rotos buscando emociones fuertes y una investigación criminal que les ponga los pelos de punta la encontraran pero no sólo hallaran esto. Con su lectura conseguirán también analizar y reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos: los beneficios y los riesgos de la tecnología y las redes sociales; el contraste entre la facilidad de medios que tenemos para interrelacionarnos y la soledad que a veces nos domina. Además, Beukes consigue introducirnos en la mente y los desvaríos de un asesino de una forma verdaderamente realista, lo que supone un elemento a favor para una historia que entremezcla la novela negra con lo social y lo sobrenatural.
A destacar: Una novela policíaca que ofrece una auténtica panorámica psicológica y social del siglo XXI.
Autor: Lauren Beukes
Editorial: Siruela
Páginas: 440
Precio: 21,95 €
Valoración:
Gracias a Siruela por el envío del ejemplar.
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