El Recomendado del Mes (Enero 2017): Tan poca vida

Cuando terminé de leer Tan poca vida, la novela de Hanya Yanagihara publicada en España por la editorial Lumen tenía tal cúmulo de sensaciones encontradas y contradictorias que pensé: ese es el tipo de lecturas que quiero. Muchas veces terminamos un libro con un sentimiento o sensación muy clara: te ha provocado risa, alegría, tristeza, dolor, intriga, etc. Pero hallar un libro que te provoque mucho más que eso es difícil y Tan poca vida lo ha conseguido.

Y es que tras sumergirme en sus más de 1000 páginas y ser testigo directo de las vidas y aventuras de Jude, JB, Willem y Malcom puedo decir que he sobrevivido, pero que la huella que han dejado será indeleble y, al mismo tiempo, es muy difícil de describir. Porque Tan poca vida es una coctelera en la que se agitan muchos sentimientos a la vez y se combinan para crear una bebida fuerte, llena de aromas y sensaciones muy diferentes pero entre los que destaca un toque amargo. Una bebida que si la tomas de un solo trago te hará daño y que, para poder digerirla, tienes que hacerlo a pequeños sorbos.

Tan poca vida recrea la vida de estos cuatro amigos y es un sincero homenaje a la amistad amor sin etiquetas pero lo es también del dolor, de la injusticia y de la crueldad, tanto humana como del destino. Por esa perfecta recreación de las vicisitudes de cuatro amigos y de sus cambios vitales a lo largo de varias décadas; por mostrarnos esas luces y sombras en la evolución de cualquier amistad; por el magnífico telón de fondo del Manhattan contemporáneo, ese paraíso norteamericano donde lo más moderno y vanguardista convive caprichosamente con la soledad y el individualismo; por ahondar en el dolor y mostrarlo sin tapujos, por su realismo al describirnos cómo el destino, si tiene que cebarse contigo, podrá hacerlo y el hecho de que hayas sufrido una desgracia no descarta que puedas sufrir otra. En suma, por el poder de reflexión que genera su lectura, Tan poca vida de Hanya Yanagihara es el Libro Recomendado del Mes de Enero 2017 en Vadeletras.

La novela nos describe más de cuatro décadas en la vida de cuatro amigos que viven en Manhattan: JB, un aspirante a artista que trabaja en una revista; Malcolm, un muchacho de familia adinerada que trabaja como arquitecto; Jude, un exitoso abogado que, sin embargo, esconde un turbio pasado y una fragilidad que se irá desvelando a lo largo de las páginas y Willem, junto con Jude el más atractivo de todos, un joven siempre comprometido en el bienestar de sus amigos y que acabará siendo un actor reconocido.

La autora irá intercalando durante todo el relato las vidas de estos cuatro muchachos: conoceremos sus sueños de juventud; su pasado pero, también, su etapa de madurez, lo que nos permitirá establecer una comparación entre lo que eran y lo que han llegado a ser; es decir, un rico arco evolutivo lleno de matices gracias al acierto con el que Yanagihara perfila a los cuatro amigos. Y es que si al comienzo del relato todos denotan cierta incertidumbre sobre qué esperan de la vida o que espera la vida de ellos, poco a poco se irán decidiendo y, en este sentido, asistimos a una novela en cierto modo iniciática en la que estos jóvenes dan el paso a la madurez y estabilizan – o al menos intentan concretar- sus identidades sentimentales, laborales y sexuales.

«La aproximación a la treintena no había provocado en Jude ni un pánico latente ni un frenesí de actividad ni la necesidad de cambiar su vida para adaptarla a la que se suponía que debía ser la de un treinteañero. Sin embargo, no podía decir lo mismo de sus amigos, que se habían pasado los tres últimos años de su veintena elogiando esa década, exponiendo con detalle lo que habían conseguido y lo que no, e inventariando sus promesas y sus aversiones. Y de pronto las cosas habían cambiado».

Yanagihara nos introduce en la vida de estos hombres, cada uno de ellos muy diferente del otro, no sólo en sus características físicas o psicológicas sino también en su clase social, etnia, opción sexual, etc. Sin embargo, ninguna de estas diferencias se concibe como etiqueta que obstaculice una amistad, ese debate ya se da por superado. Lo importante aquí son las interrelaciones que se establecen entre ellos y que confirman el poder sanador y reconfortante que tienen las auténticas amistades, aquellas que pueden sufrir vaivenes pero que perduran en los malos momentos.

La autora norteamericana no escatima en la alegría cuando la escena lo requiere pero apuesta por mostrarnos sin filtros el lado más amargo. Jude será el personaje sobre el que gire lo más turbio y lo más doloroso de la vida pero, en general, las desgracias que asolan también al resto de personajes resultan insoportables. Aunque, en el fondo, son las que invitan a reflexionar ya que…¿cuántas novelas se recrean en lo edulcorado? Si el dolor y lo injusto es algo que también existe, ¿por qué no describirlo literariamente?

En definitiva, Tan poca vida de Hanya Yanagihara es una de esas lecturas difíciles de encontrar, de las que remueven y piden a gritos una relectura, pero también muy difícil de digerir, como es a veces la vida misma. Un auténtico choque emocional que se produce gracias al poder que su autora tiene para evocar el dolor, para resaltar la amistad sin condiciones, para dar profundidad a los cuatro hombres que protagonizan esta obra. Un canto coral y realista al amor y a la vida, lleno de escenas duras pero,también, de detalles que ejemplifican cómo los hilos que nos unen a nuestros amigos nos pueden salvar. Por todo ello, Tan poca vida de Hanya Yanagihara es nuestro Recomendado del Mes de Enero 2017 en Vadeletras.

A destacar: La perspectiva certera adoptada por la autora a la hora de mostrarnos el dolor sin tapujos en una historia coral sobre la amistad de cuatro amigos en el Manhattan contemporáneo .

Valoración:

Gracias a Lumen por el envío del ejemplar.