El Recomendado del Mes (Julio 2015): Americanah
La historia que me ha tenido entretenido unas semanas es de esas que dejan huella, que se hacen esperar pero que intuyes que vas a disfrutar. Esto es lo que me ha pasado con Americanah, la última novela de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie que publicó hace algo más de un año el sello editorial Literatura Random House. Cuando salió publicada lo primero que hice fue investigar un poco su argumento y descubrir quién era esta escritora que se ha convertido en todo un fenómeno en Estados Unidos. Ya en la librería, me atrajo esa portada que nos muestra a la protagonista indiscutible de esta historia, a una mujer joven nigeriana que lucha por abrirse camino en un mundo globalizado que parece no estar hecho para el pelo afro. Y tras leer la primera página, dije que este libro se iba a convertir en uno de mis favoritos. Y aunque acabé posponiendo esta lectura, ahora, puedo confirmar lo que ya pensé: Americanah es una de las mejores novelas que he leído en los últimos años. Por la fuerza, ironía y el desparpajo que desprende Ifemelu, la chica protagonista; por tenerme enganchado tardes y noches con una trama que nos lleva desde una Nigeria con un férreo régimen dictatorial a un Estados Unidos o un Reino Unido donde parece que la libertad y los prejuicios aparentemente no existen; por ofrecernos un retrato crítico de lo que es el racismo en el siglo XXI y por mostrarnos una realista historia de amor a través del tiempo. Por todo ello, Americanah es El Recomendado del Mes de Julio en Vadeletras. Americanah comienza a mediados de los noventa y nos sitúa en Princeton. Es allí donde se encuentra ahora Ifemelu, una treinteañera nigeriana que acaba de sentir la urgente necesidad de volver a su tierra, a su Lagos natal, ese lugar que no pisa desde hace quince años. Por aquel entonces ella decidió marcharse de un sitio que no le ofrecía ninguna oportunidad, un país corrupto e inestable controlado por una dictadura militar. Tanto ella como Obinze, su amor de juventud, tenían claro que su futuro estaría lejos de allí. Pero será Ifemelu quien consiga el visado para Estados Unidos, gracias a que su tía Uju ya está allí. Ifemelu y Obinze deberán separarse y será el periplo vital de la pareja a lo largo de estos quince años lo que vertebra la trama de la novela. Un periplo donde seremos testigos de las dificultades que tiene Ifemelu para adaptarse a la vida en Estados Unidos, de las trabas que la sociedad le pone en muchas ocasiones simplemente por su color de piel o su pelo afro, de la hipocresía de la sociedad ante las cuestiones raciales o de los diferentes oficios que se verá obligada a realizar. Ifemelu, además, irá plasmando todas las observaciones y reflexiones sobre los prejuicios raciales de las que es testigo en un blog que se convierte en todo un éxito. Muchos de los capítulos de esta novela se cierran precisamente con algún post en el que Ifemelu lanza a la blogosfera algunas de estas cuestiones y que consiguen comentarios de todo tipo.
«Pero «gordo» volvió a Ifemelu el invierno anterior, después de casi trece años, cuando un hombre, detrás de ella en la cola del supermercado, masculló: «A los gordos no les conviene comer esa mierda», mientras ella pagaba por una bolsa de Tostitos de tamaño familiar. Ella, atónita, ligeramente ofendida, le lanzó una mirada, y lo consideró un post perfecto para el blog, el hecho de que aquel desconocido hubiera decidido que estaba gorda. Podría al post la etiqueta «raza, género y envergadura corporal». Pero ya en casa, de pie ante la verdad del espejo, comprendió que había cerrado los ojos, durante demasiado tiempo, a la nueva tirantez de su ropa, la fricción en la cara interna de los muslos, el temblor, cuando se movía, de las partes más fofas y redondas de su cuerpo. Ciertamente estaba gorda».
Intercalando la historia de Ifemelu nos encontraremos también con la trayectoria vital de Obinze. A lo largo de quince años él también sufrirá lo suyo en Reino Unido para luego, eso sí, convertirse en un rico hombre de negocios (que no es sinónimo de un hombre feliz). Tras esos quince años, Ifemelu siente el deseo de volver a Lagos y es entonces cuando se produce el reencuentro entre los dos, y cuando el lector también conocerá de primera mano cómo han ido cambiando las cosas en la Nigeria moderna, si es que en algo han cambiado. Ifemelu trabajará en una revista femenina como redactora e intentará retomar la relación con Obinze aunque, ahora, en su tierra, los obstáculos son ellos mismos y no los prejuicios raciales. Ambos han nacido y han crecido juntos, tienen el mismo color de piel y el pelo similar, pero sus caminos parecen haber tomado sendas muy diferentes. ¿Será posible que la vida les dé una segunda oportunidad? Americanah nos sitúa de lleno en la perspectiva de ese emigrante que viaja a un país con el fin de prosperar ya que en el suyo esto parece una quimera. Sólo que el viaje de Ifemelu u Obinze a este mundo occidental les trae quebraderos de cabeza por algo que está marcado en su ADN y que no debería ser motivo de diferencia o discriminación. El color de su piel o el afro de su pelo serán dos elementos que siempre están presentes a lo largo de estas páginas. En la novela se pone en evidencia también el doble rasero con el que la sociedad mide las capacidades o virtudes de los que no tienen el mismo color de piel que nosotros. Unos prejuicios que afectan a todos por igual, ya que no sólo la hipocresía del occidental blanco estadounidense es criticada, sino también la de los nigerianos que ven con malos ojos a aquel compatriota que regresa tras haber residido en Estados Unidos (a los que llaman burlonamente Americanah). Resultan brillantes algunas escenas como la de Ifemelu en una peluquería de Estados Unidos regentada por compatriotas africanas, donde acude para trenzarse el pelo antes de volver a Lagos. La charla entre las peluqueras y ella se convertirá en una velada crítica a los prejuicios raciales y las desigualdades sociales, en las convenciones sociales que a veces uno asume como propias por haber nacido en uno u otro lugar, en una u otra clase social o con uno u otro color de piel. Otra escena excelente será aquella en la que Ifemelu charle sobre cuestiones raciales con los amigos de uno de sus novios estadounidenses, una hilarante charla llena de ironía donde es imposible no ver una crítica a esa hipocresía occidental en torno a la raza y donde cada uno de esos amigos podría ser un fiel prototipo de nuestra realidad más cotidiana. Con un elenco de personajes secundarios lleno de claroscuros y donde el choque cultural se hace cada vez más palpable, Americanah es una excelente historia de amor y prejuicios donde lo que destaca es, sin duda, la fuerte personalidad de Ifemelu, su protagonista. Una mujer retratada con gran credibilidad, muy despierta e ingeniosa, y con la que Adichie no ha escatimado a la hora de mostrarnos también sus puntos débiles, sus aciertos y equivocaciones, sus frustraciones y las pruebas que la vida le obliga a afrontar por salir adelante. Una maravillosa trama vertebrada a través de tres décadas y muchos rincones del mundo. Una novela que te hace plantearte cuestiones que antes no te planteabas por el mero hecho de que no has nacido con el pelo afro y que uno ha disfrutado leyéndola casi de un tirón. Por esta historia de amor que no entiende de razas o color de pelo, por esta radiografía de los prejuicios raciales en pleno siglo XXI y por la originalidad de Adichie al mostrarnos personajes, lugares y puntos de vista muy diversos…Americanah es este mes de Julio nuestro Libro Recomendado del Mes. A destacar: Una realista historia de amor a través de tres décadas que sirve para radiografiar los prejuicios raciales en pleno siglo XXI.
Autor: Chimamanda Ngozi Adichie
Editorial: Literatura Random House
Páginas: 603
Precio: 24,95 €
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