La cinéfila vida de Perico Vidal
¡Qué mejor forma de celebrar este Día del Padre que con buena literatura! Vuelvo con otro título de Libros del Asteroide y, en esta ocasión, se trata de la biografía de un personaje muy particular, de un hombre llamado Perico Vidal, al que pocos conocerán pero que participó durante los años cincuenta y sesenta en un gran número de rodajes cinematográficos y se codeó con Orson Welles, Frank Sinatra, Ava Gardner o la mismísima Marilyn Monroe. Big Time: la gran vida de Perico Vidal es el emocionante relato del periodista catalán y colaborador de El País, Marcos Ordóñez, que nos introduce en las amenas charlas que mantuvo con Perico Vidal y, posteriormente, con su hija Alana.
Big Time, la gran vida de Perico Vidal es una biografía novelada construida de una manera muy original, a partir de esos fragmentos de las conversaciones entre Marcos Ordóñez y el propio Perico, que años antes ya había publicado por entregas el periodista en su blog cultural de El País. Con un estilo fluido y muy personal, que nos transmite la cercanía del biografiado, este libro nos sumerge en la vida de un hombre que trabajó en el cine como asistente, ayudante de dirección, encargado de casting y ghost writer.
«Tengo casi ochenta años y he trabajado en muchísimas películas, con Welles, con Mankiewicz, con Carol Reed, con Terence Young y, sobre todo, con el inmenso David Lean. También he participado en muchas porquerías, como casi todos en esta profesión, y he pasado muchas temporadas en dique seco. Lo curioso es que nunca pensé en dedicarme a esto».
Y gracias a los retazos de estas charlas que Marcos Ordóñez reordena a modo de documental narrado descubrimos que Perico fue un hombre que nació en París y se trasladó después con su madre a Barcelona; que fue amigo de Frank Sinatra, aquel amigo español al que invitó a viajar a Los Ángeles y que era testigo de sus desavenencias sentimentales con Ava Gardner. Ése al que Sinatra presentaba diciendo: «my friend Pedro, the man who saved my life in Spain».
Junto a Perico nos adentraremos en la Barcelona de los años cincuenta, en la atmósfera cinéfila y de los clubes de jazz que frecuentaba, y en el Madrid americano de los sesenta. Porque Perico era un hombre muy conocido por aquel entonces en el mundillo cinematográfico y su ático madrileño acabó denominándose Hostal Vidal por la cantidad de personalidades y amistades que por allí acabarían pasando. Perico debutó como asistente en Mr. Arkadin de Orson Welles y, poco a poco, se fue labrando un nombre en el sector, trabajando a las órdenes de Terence Young, Christian Marquand y en películas tan reconocidas como De repente el último verano de Mankiewicz o Lawrence de Arabia de David Lean.
«En el escenario desaparecían todas sus tensiones. Eso lo vi en Madrid, cuando salió a actuar con Hampton. Una tranquilidad absoluta. He conocido a muchos artistas y muchos músicos. Sinatra no tenía track. Los días anteriores al show podía volver loco a todo el mundo, pero al salir a escena era como si entrar en un lago. A la que agarraba el micro y pillaba foco, naturalidad completa, como si estuviera en el salónd e su casa. No, me equivoco: en el salón de su casa le hubieran comido las dudas. Y en escena mandaba. Bajo los focos era el amo».
Estas anécdotas que Vidal nos va contando sobre de los personajes con los que se relacionó y el Séptimo Arte en general son uno de los rasgos más interesantes de este libro. Tales testimonios están plasmados con un tono tan desenfadado y sincero que nos permite simpatizar con el biografiado, ese hombre que acudía a todos los saraos pero que nunca quería salir en las fotos. Un hombre mujeriego pero que acabaría conociendo al que fue quizás el gran amor de su vida, Susan Diederich, con la que tendría a su hija Alana Vidal.
Pero Big Time: la gran vida de Perico Vidal es también la historia de una familia y de un reencuentro, el de Perico con Alana. Si la primera parte de la novela es Perico el centro de la historia, en la segunda parte es Alana, su hija, quien cobra protagonismo a través de las conversaciones que mantuvo con el autor. Y gracias a este otro lado del espejo, obtenemos un completo testimonio de Perico, y conocemos de primera mano algunos de los aspectos más íntimos de un hombre tierno y vitalista, que fue amigo de Sinatra, que charló cinco minutos con la mismísima Marilyn Monroe y que murió en 2010, a los 84 años, después de haberse reencontrado con el que siempre sería el verdadero amor de su vida, su hija Alana.
«Ese día me contó, muy a grandes rasgos, lo que había sido su vida desde que nos separamos. Había estado bastante tiempo fuera de España. Hay algo precioso en la historia de Perico, y es el cariño que le devolvieron sus amigos. Había sido tan generoso con tanta gente que cuando cayó se desvivieron por él, le apoyaron, le invitaros a sus casas, como él había hecho. Los amigos le sacaron del agujero».
A destacar: El libro de Marcos Ordóñez no es una biografía al uso y destaca por su espontaneidad y frescura al ofrecernos el testimonio de un hombre para muchos desconocido que vivió anécdotas curiosas que interesarán a todo amante del Séptimo Arte.
Autor: Marcos Ordóñez
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 272
Precio: 18,95 €
Valoración:
Y a vosotros…¿os llama la atención la vida de Perico Vidal?
¡Felicidades a todos los padres, por cierto! 😉
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