El Libro de los Baltimore de Joël Dicker

El Libro de los Baltimore del escritor suizo Joël Dicker vuelve a traernos a su personaje más famoso, al protagonista que ya conocimos en su anterior novela La verdad sobre el caso Harry Quebert, al joven y exitoso escritor de best sellers Marcus Goldman. Si Dicker revolucionaba el panorama literario en 2012 con un thriller lleno de misterios, secretos y giros en la trama inesperados en torno a la desaparición y asesinato de la joven Nolla Kellergan, en El libro de los Baltimore, publicado también por Alfaguara, nos encontramos con un relato totalmente diferente en el que Goldman nos revela la historia de su propia familia.

La novela comienza con un breve prólogo, un mes antes del llamado “drama” que trastocó el destino de los Goldman. Es un domingo 24 de octubre de 2004 y solo quedan apenas 24 horas para que Woody, el primo de Marcus, entre en la cárcel donde permanecerá encerrado durante cinco años. El tío Saul, su primo Hillel y Alexandra, la que ha sido el amor de su vida estarán junto a él para acompañarlo en esa difícil despedida. Pero…dos días después, Saul llama a Marcus y le pide que vaya a Baltimore de forma inmediata porque algo terrible acaba de suceder. ¿Qué será?

Tras este misterioso prólogo, el relato se sitúa en el año 2012, Marcus ha decidido abandonar la Gran Manzana para trasladarse a Boca Ratón, en Florida, y así poder aislarse para escribir su próxima novela. Pero será un encuentro fortuito con un perro, perteneciente a una muy conocida dueña, lo que le haga rememorar la historia de los Goldman de Baltimore y, a lo largo de sus páginas, como lectores nos adentraremos en esta saga familiar repleta de amor, desamor, felicidad, alegría, tristeza, desgracias y, en definitiva, caprichosos giros del destino.

El joven escritor nos presentará a cada miembro de su familia, en la que existían dos ramas muy diferentes. Por un lado, sus padres y él, los Goldman de Montclair, más humildes, y; por otro, los Goldman de Baltimore, cuyos miembros eran tío Saul, tía Anita, Hillel y Woody.

Marcus siempre creció admirando a los Baltimore por su éxito, su fortuna y, en suma, por la perfección que parecía tener siempre cada parcela de su vida. Su tío era un abogado de éxito mientras que la tía Anita, además de oncóloga, era una mujer bella y con muy buen fondo. Acabaron adoptando a Woody, un muchacho procedente de una casa de acogida que defendía siempre a Hillel cuando se metían con él en el colegio y que acabó ganándose el corazón y un hueco en la familia de los Baltimore. Marcus, Hillel y Woody acabarían formando la Banda de los Goldman y Alexandra será siempre otro de sus nexos.

«Los mejores momentos de mi juventud fueron los que pasé con ellos y, durante un tiempo, solo con recordar su nombre me volvía loco de orgullo y alegría. Me habían parecido superiores a todas las familias que había podido conocer hasta entonces, a todas las personas con quienes había podido coincidir: más felices, más logrados, más ambiciosos, más respetados. Durante mucho tiempo la vida me dio la razón».

Con El Libro de los Baltimore Joël Dicker vuelve a ofrecernos una novela donde el misterio tendrá una notable presencia. El drama que asoló a los Baltimore no será desvelado de golpe sino que tendremos que adentrarnos en la trama para conocer lo que el destino tenía preparado para cada miembro de la familia y el porqué de todo ello. Dicker apuesta en esta ocasión por una novela dramática, un relato con una implicación mucho más personal de su protagonista, al narrarnos hechos que vivió en primera persona y que afectaban a sus familiares más allegados.

El resultado es una novela llena de personajes bien perfilados y con una emotividad mucho más palpable que en La verdad sobre el caso Harry Quebert. Sin embargo, el ritmo decae hacia el final de la historia y se echan de menos esos giros propios del thriller que te mantenían en vilo leyendo su primera entrega.

En resumen, El Libro de los Baltimore nos sumerge en el pasado familiar de Marcus Goldman y nos ayuda a comprender mejor su presente. Aún sí, nos ha faltado más thriller (donde Dicker se mueve como pez en el agua) pero, sobre todo, si comparamos ambas novelas, nos ha faltado esa sensación de no poder parar de leer que tuvimos con la primera. Y es que, aunque el cambio de registro de Dicker a una novela más sentimental y dramática sigue enganchando, ya que domina como nadie esa dosificación de la intriga, lo cierto es que nos gusta más el Marcus investigador.

A destacar: El dominio a la hora de mantener la intriga sobre el drama que asoló a la saga familiar de los Goldman de Baltimore.

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Valoración:

Gracias a Alfaguara por el ejemplar.