El Recomendado del Mes (Septiembre 2016): La ley del menor
Ian McEwan ya me cautivó cuando leí Chesil Beach y aun tengo pendiente en mi estantería otra novela suya, Expiación. Sin embargo, hace unos meses por mi cumpleaños me regalaron su última obra, La ley del menor, y decidí que sería la siguiente. Sabía que no me defraudaría y hoy os traigo la reseña de este libro que publica Anagrama y que se convierte en el Recomendado del Mes de Septiembre de 2016 de Vadeletras. Y las razones son muchas: su excelente capacidad para poner al lector ante dilemas morales difíciles de atajar; su notable talento para construir personajes de carne y hueso, que experimentan la culpa, la frustración o la insatisfacción; o su elegante manera de unir esa crisis personal que atraviesa la protagonista con el dilema profesional al que también tiene que enfrentarse.
En apenas 200 páginas, Ian McEwan nos presenta a Fiona Maye con un retrato certero y vivo, lleno de profundidad. Fiona es jueza del Tribunal Superior Británico y se verá inmersa en dos situaciones que, aunque aparentemente no se relacionan, acabarán confluyendo. Su matrimonio hace aguas desde que su marido le ha pedido su consentimiento para mantener una aventura con una chica más joven que ella. Y todo porque quiere experimentar esa sensación de pasión que ya no tiene con su esposa.
Pero Fiona también se siente culpable y, a veces, se plantea si ha descuidado su vida personal por llegar a ser alguien en su faceta jurídica. En este ámbito tendrá que ocuparse de un caso especialmente delicado: un menor de edad testigo de Jehová necesita una transfusión de sangre para salvar su vida pero, tanto sus padres como él, se oponen a ella. ¿Prevalece la opinión de un niño a punto de cumplir los 18 años? ¿Debe un juez dejar esta decisión en sus manos aun sabiendo que, si no recibe esa transfusión, morirá? ¿Quién debe decidir ante un conflicto entre religión y ética?
Con esta premisa, Ian McEwan nos ofrece una narración breve pero muy intensa donde asistiremos a esos dilemas, personales y laborales, que debe afrontar Fiona. Sus pensamientos fluirán como la lluvia y descubriremos los miedos que la decisión de su marido le han provocado. Poco a poco, irá analizando sus actos, hará balance de su vida y se cuestionará su decisión de dedicarse de lleno al trabajo y de ir posponiendo esa posibilidad de ser madre. Pero, también, tendrá que decidir en el trabajo sobre la suerte que debe correr Adam y acudirá para entrevistarse con él, un hecho que supondrá un punto de inflexión, especialmente para el muchacho.
Religión, ética, moral, música, amor, leyes…si juntamos todos estos ingredientes y les añadimos la sobriedad y delicadeza propias de McEwan el resultado es un cóctel pausado pero lleno de aromas inconfundibles que harán reflexionar al lector. ¿Tiene capacidad un chico a punto de cumplir los 18 años de decidir sobre su vida? ¿A qué debemos ceder para salvar una relación matrimonial? ¿Qué debe prevalecer en una decisión legal, la razón o la fe?
«Para entonces ella ya había recobrado la compostura. Y parecía sencillo. El momento de proponer un matrimonio abierto era antes de la boda, no treinta y cinco años más tarde. ¡Arriesgar todo lo que tenían para que él pudiera revivir una vivencia sensual pasajera! Cuando trataba de imaginarse deseando algo semejante para sí misma […] sólo se le ocurría pensar en trastornos, citas, decepción, llamadas telefónicas a deshoras. Toda aquella falacia, el trance de aprender a compartir cama con otra persona, de inventar nuevas expresiones de cariño. Por último el esclarecimiento necesario, el esfuerzo que exigía ser franco y sincero».
A través de una narración directa y sosegada, McEwan actualiza ese eterno debate entre religión y moral, un tema ya de por sí universal en la literatura, y lo conecta con otros debates más contemporáneos como el de la difícil conciliación de la vida personal con la vida profesional para las mujeres o la culpa que, por desgracia en este aún muy desigual mundo, esto les sigue generando.
En definitiva, La ley del menor de Ian McEwan y la editorial Anagrama se convierte en nuestro Recomendado del Mes en Vadeletras por esa capacidad para condensar problemas tan complejos de resolver en un relato breve, sugerente y delicado; por esa perfecta caracterización de una mujer que toma decisiones férreas en el terreno legal pero que se encuentra desnortada ante la crisis personal que atraviesa su matrimonio; y por mostrarnos una revisión actualizada de ese dilema eterno entre razón y fe.
A destacar: Un breve relato que hará reflexionar al lector sobre dilemas morales, escrito con sobriedad y profundidad.
Título: La ley del menor
Autor: Ian McEwan
Editorial: Anagrama
Páginas: 216
Precio: 17 €
Valoración:
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