VDL Negra 7: Persiguiendo al «Artista»
Casi 800 páginas de ritmo frenético persiguiendo a un asesino muy culto y especialmente frío. Este es el eje argumental que vertebra la trama de la novela que hoy reseñamos en VDL Negra, Crímenes exquisitos, escrita a cuatro manos por Vicente Garrido y Nieves Abarca.
La historia comienza con la presentación de la inspectora Valentina Negro en un prólogo en el que ya se percibe la intensidad narrativa que los autores han conseguido mantener durante todo el libro. Este prólogo sirve al lector para conocer el arrojo de Valentina, su valor para enfrentarse a situaciones dramáticas con el único objetivo de atrapar a un criminal. Un valor que le servirá para hacer frente a uno de los casos más particulares y complejos que se le presentan. Y es que cuando la joven Lidia Naveira aparece muerta en el estanque de Eiris recreando el cuadro de Ofelia de Millais, Valentina todavía no sabe lo que se le viene encima. Meses antes y muy lejos de La Coruña, en una abadía inglesa de Whitby, había aparecido el cadáver de otra muchacha cuya escena del crimen parece simular una escena de Drácula. ¿Qué relación tienen uno y otro asesinato? Valentina no sólo contará con la ayuda no sólo de su equipo de investigación y de Scotland Yard sino también con la del afamado criminólogo Javier Sanjuán con el que formará un curioso tándem.
«Era hermosa, muy hermosa. A través del cristal del arcón congelador se veía el cuerpo pálido de la joven, cubierto de escarcha, como si se tratase de una Blancanieves de los hielos en su ataúd de cristal. No podía parar de mirarla. Estaba fascinado. Sentía una embriaguez amorosa que lo transportaba, como si su mente estuviese cautiva del opio o la morfina. Era una verdadera musa prerrafaelita, una Elizabeth Siddal perfecta, una belleza suspendida en el tiempo».
Crímenes exquisitos es una novela negra que engancha desde la primera página, a pesar de su gran variedad de personajes y de las continuas idas y venidas en el tiempo que encontramos al principio. La investigación del asesino, al que bautizan como «El Artista», se desarrolla con un ritmo trepidante y, poco a poco, según va avanzando la trama, observamos cómo cada una de los secretos o misterios que rodean la investigación se van resolviendo con gran realismo. El arte, la corrupción política, el sexo, el periodismo, el análisis psicológico, el amor, el odio…toda una serie de ingredientes se dan cita en un auténtico thriller que no da respiro al lector.
Siempre que leo una novela policíaca estoy ansioso por conocer cómo se resuelve la historia y si finalmente el resultado me satisface o, por el contrario, queda algún fleco que no convence. En el caso de Crímenes exquisitos lo cierto es que la resolución del caso está perfectamente engarzada y me ha dejado con ganas de conocer más investigaciones de esta singular pareja que conforman la inspectora Negro y el criminólogo Sanjuán. Las tramas paralelas que se desarrollan en el libro confluyen de una manera o de otra con «El Artista». Todos los personajes aparecen con una justificación desde la periodista Lúa Castro o el fotógrafo Jaime Anido hasta el empresario Mendiluce y la abogada Raquel Conde. En este sentido, a pesar de que el número de personajes sea extenso, es verdad que su presencia ayuda a avanzar un argumento en el que la dosis de acción no cesa sino que va in crescendo
«Cogió una botella de Armand de Brignac rosé que había metido en el arcón congelador. La descorchó y vertió el líquido burbujeante en la roja copa de cristal veneciano. El momento lo merecía de verdad. Bebió, a la salud de su inmenso talento. Sin embargo, que no mencionasen su recreación de orfebrería le molestaba como una pequeña mancha de sangre desvirtúa la blancura de la nieve. ¿Eran tan incapaces que aún no se habían dado cuenta de lo que había pretendido? ¿Estarían ocultando al gran público su magna obra de arte? No. Más bien era un ejemplo de su incompetencia: la policía no tenía demasiada idea, con sus patanes sin estudios, incapaces de apreciar las capacidades creativas o, simplemente, el buen gusto».
En resumen, la primera novela que inaugura los casos de la pareja Negro-Sanjuán es un thriller policíaco que cuenta con una estructura bien construida, un ritmo muy ágil y una tensión que va aumentando a medida que toda la investigación comienza a encauzarse. Un libro con el que he disfrutado, que me ha enganchado y al que le vendría genial una adaptación cinematográfica.
A destacar: Una trama policíaca con grandes dosis de acción y muy bien elaborada en la que el mundo del arte y el sexo aparecen vinculados de una manera original.
Autor: Vicente Garrido y Nieves Abarca
Editorial: Versátil
Páginas: 799
Precio: 22 €
Valoración:
Tiene muy buena pinta.
Te lo recomiendo, es adictivo. Yo he estado enganchadísimo. Espero leer pronto el segundo caso, Martyrium. Un saludo.