Una nueva y enriquecedora vida en Brooklyn
Después de varios años sin leer a Paul Auster, este reencuentro con este gran autor viene con un libro que tenía entre mis pendientes y que he sacado de la estantería gracias a la Lectura Simultánea que organizaron los blogs Leyendo en el Bus y Asteroide B612. La última novela de Paul Auster que había leído fue El país de las últimas cosas, un regalo de una amiga de la universidad que me encantó. Ahora le toca el turno a Brooklyn Follies.
Esta novela del americano Auster nos traslada a la historia de Nathan Glass, un hombre que intenta rehacer su vida después de un fracaso matrimonial y un cáncer de pulmón al que ha sobrevivido. Y para reencontrarse con él mismo se traslada a Brooklyn, el lugar donde nació y disfrutó de su infancia. Este cambio de aires será el punto de partida que le sirva a nuestro personaje para tomar las riendas de su vida, con optimismo y con la ayuda de una variopinta galería de personajes que son los que pululan por este distrito de Nueva York.
Una camarera, Marina, de la que se enamora perdida e imposiblemente; un sobrino, Tom, al que encuentra inesperadamente, y transformado en una persona algo introvertida y desilusionada; la Bella y Perfecta Madre, una mujer misteriosa a la que Tom tiene echado el ojo pero con la que nunca se atreve a hablar y, por supuesto, el extravagante y culto Harry Brightman, un ex-convicto metido a librero con un pasado a cuestas que sorprenderá durante toda la novela. Todos estos personajes son los que verdaderamente nos introducen en la ajetreada vida de Brooklyn, un lugar que es un personaje más en la trama, con espacios como el bar Cosmic Diner o la librería Brightman’s Attic.
Brooklyn Follies ha sido una novela que he disfrutado y con la que me he reencontrado con un Auster en plena forma. Una historia que destaca por la delicadeza con la que construye a sus personajes, les dota de presente y pasado, de miedos, pero también de optimismo y esperanza. Unos personajes muy reales con todo tipo de aristas y a los que acabas cogiendo cariño a medida que van pasando las páginas. Hay que subrayar, por supuesto, al personaje central de la trama, Nathan Glass, un hombre entrañable que no tiene problemas a la hora de decir con sinceridad no sólo sus virtudes sino también sus defectos, empleando una sutil ironía.
Sí, supongo que a veces me pongo desagradable. Pero no siempre; y no por principio. En mis días buenos, soy tan amable y simpático como el que más. No se puede ser tan buen agente de seguros como yo, al menos durante treinta largos años, sin ganarse la confianza de los clientes. Hay que ser agradable. Hay que saber escuchar. Hay que persuadir a la gente. Yo poseo todas esas cualidades y algunas más. No niego que también tenga mis malos momentos, pero todo el mundo sabe los peligros que acechan tras la puerta cerrada de la vida familiar».
A destacar: Además de el compendio de personajes que circulan a lo largo de la trama y de los que Auster nos muestra su evolución, hay que mencionar también como algo notable las dosis de sarcasmo que enriquecen la personalidad de Nathan Glass, que no es otro que el narrador que nos va conduciendo por esas calles de Brooklyn donde él quiere pasar sus últimos días mientras escribe su Libro del desvarío humano.
En él pensaba escribir, en un lenguaje lo más claro y sencillo posible, un relato de cada equivocación, torpeza o batacazo, de cada insensatez, flaqueza y disparate que hubiera cometido durante mi larga y accidentada existencia. Cuando no se me ocurrieran anécdotas que constar sobre mí mismo, escribiría cosas que hubieran sucedido a conocidos míos, y cuando esa fuente se agotara a su vez, me inspiraría en hechos históricos, recordando las locuras de mis congéneres a lo largo de los siglos, empezando por las civilizaciones de la antigüedad y llegando hasta los primeros meses del siglo XXI. Aunque no consiguiera otra cosa, pensé que podría suscitar unas cuantas carcajadas».
Y efectivamente. En Brooklyn Follies hay espacio para las carcajadas y para el llanto, para la desesperanza y la tristeza, y para la alegría y el optimismo. Es una novela que enseña que las casualidades a veces son para mal y, otras veces, también pueden conducir a algo bueno e inesperado.
Autor:Paul Auster
Editorial: Anagrama
Páginas: 310
Precio: 18 €
Valoración:
Lo leí en enero de 2010 me encantó aunque siempre lo asociaré a que una amiga murió mientras lo leía. Me has recordado que hace mucho que no leo a Auster uno de mis autores favoritos. Saludos.
Hay lecturas que nos marcan por el momento en el que las leemos. Auster es genial, yo también hacía tiempo que no lo leía y ha sido un buen reencuentro. Te animo a que leas algo de él en 2015. ¡Un saludo!