VDL Negra 18: En la piscina vacía

Lo de juzgar un libro por su portada y su sinopsis, a veces, nos conduce a algún que otro error. Esto me ha pasado con En la piscina vacía, primera novela del cineasta Félix Sabroso y la editorial Suma de Letras. Descubrí el libro entre las novedades de octubre y me dejé llevar por su sugerente portada, con un aire tanto negro y tétrico. Ya con su argumento,  que prometía una mezcla de misterio y thriller psicológico, dije que tenía que leerla. Y aproveché la lectura conjunta que organizaban Chema de El lector que llevas dentro, Marga de La orilla de mis Libros, Lunilla de El templo de la lectura, Lourdes de Planeta Eris y Albanta de Adivina quien lee para tirarme a esa piscina de cabeza. Pero…el resultado de la lectura no ha sido tan gratificante como esperaba, a pesar de que he encontrado algunas reflexiones maravillosas en esta ópera prima de Félix Sabroso. Eso sí, me ha divertido mucho encontrarme con otros compañeros de lectura a los que la obra también les dejaba sorprendidos.

El protagonista de En la piscina vacía es un escritor que pasa por un bloqueo creativo. Todo se tuerce aún más en una fiesta que organiza su editora, a la que acude junto a un joven, Víctor, con el que mantiene una relación. Pero los dos salen discutiendo de allí y nuestro escritor acabará atropellando sin querer al muchacho. A partir de aquí, la culpa se instala en la mente del protagonista. ¿Cuál serán los siguientes pasos de este conocido escritor? ¿Será acusado de asesinato? ¿Cómo afrontará su vida tras este suceso?

La primera novela de Félix Sabroso me ha dejado a medias y con una sensación agridulce. Quizás esperaba encontrarme un thriller psicológico más centrado en la investigación del asesinato y en lo que éste provoca en la mente del protagonista. Pero el autor sólo explota esto último, nos introduce de lleno en el interior de este escritor y nos lleva de la mano por sus divagaciones, sus dudas y también sus delirios. Desde la aparición de un médico rumano en su casa hasta sus visiones del fantasma de Víctor o su paseo hasta la periferia para acudir a su entierro. Todos estos hechos son introducidos en una trama que acaba alejándose del thriller y de lo más negro de la historia para convertirse en algo mucho más filosófico. El resultado es una novela muy psicológica y llena de reflexiones que, a veces, parecen estar introducidas con calzador, y dificultan el avance de la historia.

Lectura Conjunta «En la piscina vacía».

La verdad es que el argumento que nos plantea Sabroso podría haber dado para mucho más. Y es que me habría gustado que se incidiera más en la vertiente policíaca de la trama, me esperaba que se investigara el asesinato de Víctor y que se entremezclaran los sentimientos de culpabilidad del protagonista con esta investigación. Pero Sabroso ha querido ahondar en el lado más psicológico y desequilibrado de su protagonista, en las paranoias que surgen en su cabeza, de tal forma que la novela parece, a veces, una relación de reflexiones inconexas, que nos alejan de la trama principal. Aún así, me he encontrado con pasajes excelentes y admirables.

«Mi esperanza no se sostiene por el entusiasmo, ni siquiera por la fe. Mi esperanza es una fuerza íntima, pequeña, secreta, inconfesable, endeble pero inquebrantable en su propia flaqueza. No es un tema, no. Nunca escribí sobre la esperanza y por eso tampoco seguí escribiendo. Pero ahora puedo mirar con calma, sin anhelo de novedad, sin participar y dar así constancia de la herramienta más eficaz del que se expresa: la administración de su propio silencio».

A pesar de encontrarme con estos fragmentos dignos de alabar, considero que En la piscina vacía no ha cumplido mis expectativas. Puede que me haya dejado llevar por la palabra «thriller», que tanto me llama siempre, pero la trama acaba divagando en exceso y alejándose demasiado del suceso con el que comienza. Quizás un equilibrio entre lo más psicológico, el de las paranoias del escritor,  y lo más negro de la historia, el asesinato, podrían haber funcionado mejor. A pesar de todo esto, me quedo con esos pequeños párrafos que sí han calado en mí como lector. Si tenéis pensado leerla, ya os advierto que es un libro diferente, con un estilo muy personal, poético y que, en definitiva, no dejará indiferente a nadie.

A destacar:  Algunos de las reflexiones que se incluyen en la novela están escritas de manera muy poética y con mucho sentimiento.

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