VDL Negra 19: Los casos del juez Di
La literatura te permite viajar sin salir de casa, y no sólo a otros lugares, sino también a otras épocas, descubriendo así otras perspectivas y costumbres diferentes. Aunque, si hablamos de géneros literarios, parece que el de la novela policíaca es uno que no entiende de lugares o épocas. Gracias al escritor Robert van Gulik y a la editorial Quaterni, he podido adentrarme en la Antigua China y conocer más de cerca esta cultura, especialmente, la labor que ejercían los jueces como autoridades supremas que, además de velar por la justicia y la seguridad ciudadana, también investigaban ciertos delitos. Y todo ello desde una interesante trama detectivesca protagonizada por el juez Di, en uno de sus primeros casos, El asesinato del magistrado. ¿Queréis desentrañar el misterioso crimen?
En esta primera entrega, el juez Di se traslada hasta el distrito de Penglái para ocupar el puesto del anterior magistrado, que murió en extrañas circunstancias. Un traslado que le permitirá, al mismo tiempo, investigar las causas de este misterioso fallecimiento. Con la ayuda de su confidente, Liang Hoong, y sus leales ayudantes, Joon Ma y Tai Chiao, el juez Di intentará adaptarse a su nuevo puesto mientras que su actividad detectivesca no parará durante toda la trama. Y es que, al caso del magistrado, se unen la desaparición de una mujer a la que la tierra parece haberse tragado y un segundo asesinato que también tendrá que resolver nuestro ingenioso magistrado.
El asesinato del magistrado nos introduce en la China del año 663 y nos descubre a través del trabajo diario de un magistrado cómo funcionaba la justicia en aquella época y todo desde una perspectiva oriental a la que no estamos acostumbrados. Gracias al prefacio del propio van Gulik, el lector podrá saber que la gran mayoría de las antiguas historias detectivescas chinas suelen tener como detective a un magistrado, pues él era la autoridad encargada de investigar los crímenes que ocurrían dentro de su distrito. Asimismo, también conoceremos algo más del juez Di, un personaje histórico de gran trascendencia en la Antigua China, cuya reputación como detector de crímenes lo convirtieron en héroe y personaje de ficción. Además fue uno de los estadistas mejor conocidos de la dinastía Tang.
El primer caso del juez Di se centra, sobre todo, en presentarnos a los personajes principales de toda la saga. El lector podrá descubrir cómo Jen-Djieh Di fue destinado a Penglái, cómo conoció a sus ayudantes y la estrecha confianza que mantiene con Liang Hoong para el ejercicio de su labor como magistrado. Aunque en la novela aparecen gran cantidad de personajes, lo cierto es que en el relato no se opta por profundizar en ninguno ellos, tan sólo son una pieza más de la trama detectivesca. Lo que verdaderamente importa en esta novela es, precisamente, esa ingeniosa labor con la que este Sherlock Holmes chino resuelve los delitos. A través de sus diálogos y de sus acciones, el lector se hará una idea de la personalidad del juez Di, de su férrea entrega por descubrir la verdad e impartir justicia de manera equitativa.
– Tang ha hecho algunos comentarios velados, Señoría, respecto a que el magistrado era un hombre de moral más bien relajada – añadió Hoong-. A veces incluso invitaba a prostitutas a su casa y las hacía quedarse toda la noche.
El juez Di asintió.
– Esa carpeta de brocado que me diste hace unos momentos no contiene nada que no sean dibujos eróticos. Es más, hay algunos libros sobre cocina y sobre el vino, y la forma en que se hace en varias parte del imperio. Por otro lado, ha conseguido una buena colección de los grandes poetas de la Antigüedad; todos los libros están marcados en cada página con sus propias notas y comentarios. Lo mismo sucede con su completa colección de ensayos sobre budismo y el misticismo taoísta. ¡Pero su edición de los clásicos confucianos está tan incólume como cuando la compró! […] Concluyo que el magistrado Wang era un poeta con un agudo sentido de la belleza, así como un filósofo profundamente interesado en el misticismo. Y, al mismo tiempo, era un hombre sensual, muy unido a los placeres terrenales; una combinación nada inusual, creo».
El asesinato del magistrado es un relato policíaco de estilo clásico donde el lector tendrá que agudizar su ingenio para descubrir las pistas ocultas que el juez Di terminará por sacar a la luz. La presencia de tres investigaciones al mismo tiempo otorga aún más realismo a la trama. Y es que estamos acostumbrados a leer novelas policíacas que se centran en un único caso cuando, en realidad, los detectives generalmente están inmersos en múltiples investigaciones simultáneas.
El resultado es una entretenida novela policíaca que nos transporta a la Antigua China y con la que comprobamos cómo las estrategias deductivas de Sherlock Holmes son, casi, universales. Si bien los personajes secundarios no gozan de gran introspección psicológica, lo cierto es que en esta primera entrega aparece un gran imaginario de lo que era la sociedad china de la época: comerciantes, abades, juristas, sirvientes, prostitutas e, incluso, extravagantes poetas. Una original y divertida manera de conocer cómo se resolvían los crímenes en los tiempos de la dinastía Tang.
A destacar: Los diálogos y acciones del juez Di sirven de carta de presentación del protagonista, un hombre ingenioso y firme defensor de la justicia.
Título: El asesinato del magistrado
Autor: Robert van Gulik
Editorial: Quaterni
Páginas: 279
Precio: 19,50 €
Valoración:
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