Brooklyn, entre dos mundos
Este viernes se estrena Brooklyn, la película británica del director John Crowley que protagoniza la actriz Saoirse Ronan (Expiación) y que opta a tres candidaturas en la próxima ceremonia de los Premios Oscar (Mejor película, mejor actriz protagonista y mejor guión adaptado). El filme está basado en la novela homónima del escritor Colm Tóibín, cuya obra El testamento de María fue uno de los libros que me encantó de todos los que leí en 2015, así que no he dudado en repetir con esta nueva novela que publica Lumen (y podéis encontrar también en Debolsillo), aprovechando el gancho de los Oscar.
Este relato nos narra la historia de Eilis Lacey, una joven que vive en un pequeño pueblo del sudeste de Irlanda, Enniscorthy, una muchacha de familia humilde que intenta abrirse camino en plenos años 50. Su sueño es llegar a ser contable en una oficina aunque, para ello, debería trabajar y ahorrar hasta poder pagar sus estudios. Aceptará un trabajo mal pagado en una tienda de comestibles junto a la señorita Kelly que le servirá como sustento momentáneo. Finalmente, serán su hermana Rose y el padre Flood quienes consigan animarla a cruzar el charco y facilitarle un trabajo en Brooklyn, en los almacenes Bartocci’s, como dependienta.
Brooklyn nos sumerge, de una manera sencilla pero repleta de un contenido dramatismo, en las vicisitudes que sufren las personas que tienen que dejar sus raíces y emigrar a la fuerza hacia un futuro que también les resulta incierto. El lector descubre junto a Eilis las sensaciones de una muchacha joven que se siente a caballo entre dos mundos, entre dos maneras de vida diferentes, entre la familia que deja en Irlanda y los variopintos lazos que irá haciendo poco a poco, y muy costosamente, en Brooklyn. A lo largo de las páginas asistiremos a su accidentado viaje en barco, al descubrimiento del amor por partida doble, a su continua nostalgia y su incapacidad para romper con su pasado y a los caprichos del destino, esos que llegan en el momento más inoportuno y que lo trastocan todo, para bien o para mal.
«Las cartas decían poco; apenas contenían nada personal ni que reflejara la voz de quien las escribía. Aun así, mientras las releía una y otra vez, olvidó por unos instantes dónde se encontraba e imaginó a su madre en la cocina cogiendo su bloc de cartas Basildon Bond y los sobres, y disponiéndose a escribir una carta correcta y sin tachaduras. Rose, en cambio, pensó, debía de haberla escrito en el comedor en el papel de carta que se había llevado del trabajo, y había utilizado un sobre blanco más largo y elegante que el de su madre. Imaginó que Rose, al acabar, había dejado su carta en la mesa del vestíbulo y que por la mañana su madre había ido con ambas cartas a correos, puesto que tenía que comprar sellos especiales para América».
Colm Toíbín vuelve a crear una historia conmovedora que gira en torno a la inmigración y que nos transporta a la década de los 50, a las bulliciosas calles de Brooklyn, al día a día de una muchacha irlandesa que intenta hacerse un pequeño hueco en aquella ciudad en la que se encuentra sola. El detallismo psicológico con el que el autor nos describe las situaciones y emociones que experimenta Eilis en aquel desconocido lugar al que tiene que adaptarse es uno de los elementos más relevantes del relato. Junto a ella aparece un excelente elenco de personajes, entre los que destacan su hermana Rose, una mujer fuerte y que parece tener su vida perfectamente encauzada; la señora Kehoe, la dueña de la casa en la que Eilis vivirá, una misteriosa mujer que nada cuenta de su pasado, con un marido que al parecer la abandonó, y con la que la protagonista tendrá ciertos tiras y aflojas; o Tony, un muchacho que se convertirá en un gran apoyo para Eilis a pesar de sus continuas reticencias hacia él.
El lector sufrirá en sus propias carnes los sentimientos de anhelo, de incertidumbre, de incomprensión, de nostalgia de Eilis pero, también, su alegría, su esperanza y sus éxitos a medida que va alcanzando algunas de sus metas. Sin embargo, algo trágico se percibe en la atmósfera narrativa de la novela, un hecho que convulsiona la vida de la protagonista y que le supondrá reestructurar su futuro y elegir cuál es su auténtico lugar en el mundo. En definitiva, con Brooklyn se confirma mi devoción por Tóibín, al construir con una prosa simple pero elegante historias llenas de profundidad, con personajes vivos y bien perfilados, de gran fuerza pero muy vulnerables. El autor vertebra una trama en la que se palpa lo trágico, ese hecho que lo cambia todo, y lo hace con un registro narrativo muy distinto al que descubrí leyendo El testamento de María. ¡Qué ganas de ver la versión cinematográfica con el guión adaptado de Nick Hornby!
A destacar: Una prosa simple pero con personajes llenos de profundidad y una atmósfera intrigante en la que se palpa lo trágico.
Autor: Colm Tóibín
Editorial: Lumen
Páginas: 315
Precio: 18,90 €
Valoración:
Este año bastantes películas de los Oscar estaban basados en libros, lo cual me parece una estupenda noticia. El problema es que ahora tengo doble trabajo, porque siempre prefiero leer el libro antes de ver la película y en el caso de Brooklyn no he leído el libro ni visto la película, (y con el de La chica danesa me pasa lo mismo, menos mal que con Carol ya tengo la tarea hecha -libro y peli-).
Un abrazo