Wilt y la muñeca hinchable
¡Madre mía! En qué lío se mete sin comerlo ni beberlo Wilt, el protagonista de la historia que hoy reseño en Vadeletras. Se trata de la novela más conocida de uno de los maestros del humor británico, Tom Sharpe, y del primer libro que nos presenta a su personaje más memorable, el profesor Henry Wilt. Sí, por fin he leído Wilt de Tom Sharpe y Anagrama. Y el surrealismo que impregna este relato promete muchas carcajadas.
Nos encontramos en los años 70. Wilt es un hombre de mediana edad que lleva una existencia algo insulsa. Trabaja como profesor auxiliar en la Escuela de Artes y Oficios de Fenland, dando clases de literatura a estudiantes de Instalación de gas, Albañilería o Lampistería. Siempre está cerca de un ascenso que, sin embargo, nunca llega. Y apenas soporta a su mujer, Eva, que está obsesionada con la filosofía new age, el yoga y todo lo culturalmente «moderno» que se le ponga por delante. Cuando aparezca Sally Pringsheim, todo se complicará aún más, y Eva empezará a desarrollar ideas liberales. Pero el lío final, el que desencadenará un montón de situaciones absurdas, sucederá en una fiesta en casa de los Pringsheim. Wilt, cuando saca a pasear a su perro, suele fantasear sobre cómo asesinar a su esposa. En la fiesta, con varias ginebras de más, intentará escenificar esa fantasía con una muñeca hinchable pero…esto sólo le traerá más y más embrollos. Su mujer desaparecerá y Wilt terminará siendo sospechoso de su posible asesinato.
«Si los aprendices de instaladores de gas podían pasar por la vida totalmente impermeables al sentido emotivo de las relaciones interpersonales que se reflejan en Hijos y amantes, y divertirse groseramente con la indagación profunda de D. H. Lawrence en el carácter sexual de la existencia, Eva Wilt era incapaz de tal distanciamiento. Ella se lanzaba a las actividades culturales y al cultivo de la mejora de su personalidad con un entusiasmo que atormentaba a Wilt. Peor aún, la idea que Eva tenía de la Cultura variaba de una semana a otra, incluyendo a veces a Bárbara Cartland y a Anya Seton, a veces a Ouspensky, a veces a Kenneth Clark, pero más a menudo al instructor de clase de cerámica de los martes o al profesor de meditación trascendental de los jueves, de modo que Wilt nunca sabía qué podía esperarle en casa, aparte de una cena preparada precipitadamente, algunos comentarios vigorosamente expuestos sobre su falta de ambición y un insulso eclecticismo intelectual que le dejaba desorientado».
La primera entrega de las aventuras de Wilt es todo un cúmulo de situaciones rocambolescas y surrealistas, al más puro estilo de los Monty Python. Gracias a esta sucesión de situaciones cómicas, el lector puede tener aseguradas las risas. Y es que…¿qué pinta una muñeca hinchable en una fiesta? ¿Cómo acaba Wilt acusado del asesinato de su mujer? Si lo que buscáis son respuestas coherentes a estas preguntas, en Wilt no están. Lo coherente casi desaparece. Pero si lo que queréis es pasar una tarde agradable y descubrir un humor diferente al refinado estilo british, éste es vuestro libro. Porque el humor de Sharpe es ácido, escatológico, y está repleto de críticas entreveradas a la religión, al sistema educativo, a la filosofía new age o a la represión sexual. Y aunque me ha costado entrar en la historia, quizás porque las primeras páginas sirven de situación y presentación de los personajes, en general, Wilt ha sido una lectura llena de sorpresas.
En definitiva, Wilt es una buena muestra de que el humor british tiene muchas vertientes y en el de Sharpe encontramos a una de las versiones más gamberras y brillantes. Una novela publicada en los años setenta que continúa vigente por incluir situaciones absurdas que nunca pasarán de moda y diálogos que parecen sacados de sketches televisivos. A través de los personajes que se incluyen en el relato, Sharpe aprovecha también para caricaturizar y burlarse de la sociedad del momento. Además, todos estos personajes están llevados a lo extremo, resaltando sus excentricidades y estridencias, lo que ayuda aún más a esa caricatura y a mantener ese toque cómico durante toda la novela.
A destacar: Unos diálogos llevados al absurdo, como los que se dan entre Wilt y el inspector Flint, que conducen irremediablemente a la carcajada.
Autor: Tom Sharpe
Editorial: Anagrama
Páginas: 256
Precio: 9,90 €
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