Las hijas del Capitán de María Dueñas
Las hijas del Capitán es mi estreno con la obra de María Dueñas. Y su lectura ha sido una experiencia muy gratificante. No es para menos, Dueñas realiza en esta obra una excelente recreación del Nueva York de los años 30 y 40 y nos ofrece, a través del relato de las tres hermanas protagonistas, un retrato de esa emigración obligada que, por aquel entonces, tuvieron que llevar a cabo muchos españoles.
Las hijas del Capitán nos sumerge en la vida de las hermanas Arenas y de su madre, cuatro mujeres españolas que deberán hacerse valer para salir adelante en una ciudad desconocida: Nueva York. Nos encontramos en plenos años 30 y la causa de que las cuatro se encuentren allí, obligadas y alejadas de su patria andaluza, es el cabeza de familia, Emilio Arenas.
Son los vaivenes en los negocios de Emilio, un auténtico culo inquieto, los que les han llevado a trasladarse a la gran ciudad, lugar en el que decidió abrir una casa de comidas, El Capitán, para atender las necesidades gastronómicas de los españoles emigrados a América. Sin embargo, el negocio resulta un fiasco…La abrupta muerte de Emilio dejará abatidas a las mujeres Arenas: están solas, en una ciudad en la que no conocen a nadie, con unas costumbres y un idioma que no entienden. ¿Qué van a hacer ahora?
La muerte de Emilio marcará un punto de inflexión en las hermanas Victoria, Mona y Luz Arenas. Ellas, que nunca habían salido de su Málaga natal, se ven forzadas a tomar las riendas de su vida y, mientras se solucionan los trámites de la indemnización, aprenderán a labrarse un futuro a base de obstáculos y obstáculos.
«Todo estaba listo en El Capitán para empezar a servir almuerzos a pesar de que Remedios y Victoria, ante la ausencia inesperada de Mona, se las habían tenido que arreglar con los restos más que justos que quedaban de días anteriores. Los peroles en la lumbre, las mesas montadas y la puerta semiabierta aguardaban a los primeros clientes; por lo común eran tres albañiles de Gijón recién bajados de los andamios del edificio que estaban levantando en la Octava avenida».
A lo largo de las páginas, Dueñas nos invita a conocer más en profundidad el carácter de cada una de estas muchachas, muy dispares entre ellas, pero a pesar de todo muy unidas. Luz, la más pequeña, desprende desparpajo, inocencia y espontaneidad y sueña con ser cantante; Victoria es la mayor y lleva esta carga tan a cuestas que antepondrá lo correcto a lo que desea hasta que ya no pueda más; por su parte, Mona, la mediana, es la más racional y se encargará de diseñar toda una estrategia para sacar adelante la casa de comidas. La madre, Remedios, será quien intente cortarles las alas y continuamente se lamente de cómo la vida en la metrópoli las está trasformando y, según ella, volviéndolas más frívolas pero, también, mucho más independientes.
Poco a poco, en la vida de las cuatro se van cruzando personajes de toda clase, algunos actuarán de buena fe para ayudarlas y, otros, sin embargo, buscarán el mero aprovechamiento. Entre esta variopinta gama de personajes se encuentra, por ejemplo, Sor Lito, una resuelta monja, fumadora empedernida, uno a los que más he cogido cariño. Se encargará de abrirles los ojos y mostrarles que el mundo no es todo de color de rosa: son ellas las que deben tomar sus propias decisiones, las que deben llevar el timón de sus vidas.
Otra de las claves de la novela es el escenario elegido. Nueva York es una de mis ciudades preferidas y descubrir esos rincones en los que se movían los españoles emigrados en aquella época me ha resultado muy interesante. Creo que la ambientación es perfecta y que ayuda a los lectores a imaginarse cómo fue el día a día de esas familias que tuvieron que trasladarse a otro país. Además, resulta un acierto la temática y el trasfondo elegidos: yo al menos no recuerdo haber leído recientemente una novela sobre esos españoles emigrados.
En definitiva, Las hijas del Capitán de María Dueñas ha sido una novela de esas que lees y te quedas con ganas de saber más. En sus páginas descubriremos de qué manera afrontan estas hermanas cada uno de los obstáculos que les ponen por delante y sabremos si, finalmente, acaban sintiéndose unas ciudadanas americanas más o no. La escritora manchega ha creado a unas protagonistas que comparten parentesco pero muy distintas entre sí. Todo ello lo hace en un estilo sencillo y con un equilibrado número de descripciones de esos espacios emblemáticos de la Gran Manzana para aquellos españoles emigrados. El resultado es una historia que engancha, emociona y que nos deja con ganas de saber más sobre las mujeres Arenas.
A destacar: La originalidad de una trama que da protagonismo a esos españoles emigrados a Estados Unidos a través de las diferentes voces de las mujeres Arenas.
Título: Las hijas del Capitán
Autora: María Dueñas
Editorial: Planeta
Páginas: 620
Precio: 22,50 €
Valoración:
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