VDL Negra 16: Un viaje en tren con misterio
Ya está. Ya he leído el que se supone va a ser la sensación literaria del verano. Hace unas semanas que terminé de leer La chica del tren de la escritora británica Paula Hawkins y la editorial Planeta. Sí, se trata del bestseller que ha tenido un gran éxito en Reino Unido y Estados Unidos y que no paran de promocionar ahora aquí en España. Pues bien, tras leerlo, lo cierto es que el libro me ha resultado entretenido y con bastante más ritmo que aquella otra novela con la que la han comparado, Perdida de Gillian Flynn; creo que es una historia que cumple su cometido: tiene una trama amena y que se lee rápido – como todo bestseller-; además, la intriga se mantiene a lo largo de las páginas gracias a uno de sus grandes aciertos: su narración a tres bandas.
La novela está narrada a tres voces, la de Rachel, que es la principal protagonista; la de Anne y la de Megan. La trama se va desarrollando a modo de diario de tal forma que, en un mismo día, descubriremos en primera persona que era lo que hacía, pensaba o le ocurría a cada una de estas chicas. Pero, sin duda, es Rachel, la chica del tren de las 8.04 horas, la desencadenante de ese misterio que unirá la vida de estas tres mujeres. Y es que Rachel siempre coge ese tren a esa hora, siempre se encuentra con el mismo paisaje, siempre ve los mismos edificios y siempre ese tren hace la misma parada en la señal roja. Ese es el instante que ella aprovecha para observar a la pareja que desayuna siempre en su terraza, a Jess y Jason, a los que apenas conoce pero para los que ha tenido ya tiempo de inventar incluso sus nombres. Porque Rachel envidia la vida perfecta que, desde su tren, parece llevar esa pareja. Hasta que, una mañana, Rachel parece ver algo distinto. ¿Y si Jess y Jason no fueran tan felices como parece?
La chica del tren es un thriller psicológico que nos introduce en la vida de tres mujeres a las que, poco a poco, iremos conociendo, y de las que es mejor no revelar muchas cosas. Sólo hay que resaltar la manera en que la escritora juega con una intriga que parece estar construida de la nada. Porque, es cierto que, durante las primeras páginas, la trama resulta algo confusa y apenas pasa nada. Viajes en tren, pensamientos y presentación de las tres voces narrativas. El misterio se va fraguando a fuego lento. Y es que Hawkins nos enfrenta desde el principio con sus personajes sin ponernos en antecedentes. Hasta que se produce la bomba argumental. Y es el lector el que debe construir el rompecabezas gracias a la información gradual que Hawkins nos va ofreciendo de estas tres chicas, especialmente de Rachel.
«Esta tarde me siento agotada. Estoy completamente sobria. Algunos días me muero por beber, otros soy incapaz. Hoy, la simple idea hace que se me revuelva el estómago. Pero la sobriedad en el tren vespertino es un desafío. Sobre todo ahora, con este calor. Una fina capa de sudor cubre cada centímetro de mi piel, siento un hormigueo en el interior de la boca y los ojos me escuecen cuando, al frotármelos, el rímel se me mete por las comisuras. De repente, el móvil vibra en mi bolso, me sobresalta. Las dos chicas que van sentadas al otro lado del vagón se vuelven hacia mí y luego se miran entre sí e intercambian una sonrisa. No sé qué pensarán de mí pero sé que no es algo bueno».
En lo que respecta a los personajes también hay que subrayar una pequeña pincelada que caracteriza a su protagonista. Rachel acarrea algunos problemas con la bebida que le provocan ciertas lagunas mentales. Estas lagunas mentales la acaban llevando a dudar hasta de sus propias acciones. Este rasgo característico de su personalidad sirve también a la autora para hacer dudar al lector. Porque según se van pasando páginas y avanzando en la historia uno no sabe qué pensar de su protagonista. ¿Está enferma? ¿Está como una cabra? ¿Son los demás los que lo están? ¿Qué habrá ocurrido?
La chica del tren es un thriller psicológico donde el acierto no está en el frenético desarrollo de los acontecimientos ni en el ritmo sino en cómo están presentados. El lector tiene que devorar las páginas para saber qué tienen en común las tres narradoras que van relatándonos su día a día y resolvereel misterio que, hacia la mitad del libro, convierte a esta historia en una trama policíaca. El hecho de que no sepamos nada de ninguna de las tres chicas es lo que hace la historia más amena, es lo que incita a seguir leyéndola y, en gran medida, esto es también gracias a la inclusión de un personaje principal histriónico y diferente.
El lector, al principio, se siente tan perdido como Rachel, cuya falta de autoestima e inestabilidad emocional la conducen a momentos oscuros, cuando sufre esas lagunas mentales en las que no sabe lo que hizo ni si verdaderamente lo hizo. No obstante, hacia la mitad del libro, las piezas del rompecabezas encajan de manera tan evidente que el misterio se descubre con demasiada facilidad por lo que el thriller pierde fuelle. Aún así, La chica del tren ha resultado ser una ingeniosa novela negra en la que Paula Hawkins juega con el lector a partir de tres voces que a veces engañan y entorpecen la trama pero, a la vez, te invitan a que sigas leyendo y descubriendo qué es lo que las une a ese tren de las 8.04.
A destacar: Un ingenioso thriller psicológico narrado a tres voces y con una histriónica protagonista que confundirá al lector.
Autor: Paula Hawkins
Editorial: Planeta
Páginas: 493
Precio: 19,50 €
Valoración:
1 Respuesta
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