VDL Negra 10: Una investigación con precisión matemática
Hoy en VDL Negra me sumerjo en un caso policíaco que me tuvo intrigado durante toda una tarde y parte de la noche, la primera novela negra japonesa que he leído, con la que no he podido parar hasta que llegué al final y se resolvió todo el misterio. El expreso de Tokio de Seicho Matsumoto es otra delicioso libro que vuelve a descubrirme la editorial Libros del Asteroide.
El expreso de Tokio está considerada una de las mejores y más representativas novelas de Seicho Matsumoto, uno de los fundadores de la literatura policíaca en el Japón moderno. El libro, que se publicó primero por entregas, alcanzó un gran éxito en su país convirtiéndose en uno de las más leídos de la posguerra, lo que hizo que el autor se dedicara en mayor medida al género policíaco y que, tanto dentro de sus fronteras como fuera de ellas, sea comparado con Georges Simenon. Sesenta años después, la editorial Libros del Asteroide rescata esta novela que hará las delicias de los aficionados a la literatura policíaca, especialmente a la detective story, pero también a los que disfrutan resolviendo un sudoku, ya que la investigación de este caso tiene mucho de lógica y ciencia exacta.
La novela de Matsumoto nos presenta la investigación de un aparente doble suicidio cometido por una pareja de amantes. Los cadáveres hallados en la playa de Kashii son un hombre y una mujer que parecen haber ingerido cianuro potásico de mutuo acuerdo para quitarse la vida. Jutaro Torigai, un viejo miembro de la policía local, tratará de resolver el caso con la ayuda del subinspector Mihara de la Policía Metropolitana de Tokio. Y es que para ambos sabuesos hay algo que no acaba de encajar en estas dos misteriosas muertes. Poco a poco irán aclarando las sombras que planean sobre este aparente doble suicidio y descubrirán la relación que unía a las víctimas, la posible implicación de otras personas en su desaparición y la existencia de testigos que vieron a la pareja coger un tren.
«Pero nunca había visto lo que descubrieron ese día sus ojos clavados en el suelo. Sobre la oscura superficie de una roca destacaban dos cuerpos, un inoportuno obstáculo en mitad de aquel paisaje que le resultaba tan familiar. Estaban inmóviles, tumbados bajo la pálida luz de la mañana. El sol aún no había salido. El viento frío azotaba su ropa, lo único que se movía además de su pelo. Los zapatos negros y los calcetines blancos estaban inmóviles.
El obrero, alarmado, echó a correr en dirección contraria al camino que solía tomar. Irrumpió en la ciudad y llamó a la puerta de cristal de la comisaría.
– ¡Hay dos cadáveres en la orilla!»
Seicho Matsumoto nos introduce con esta novela en un intrincado enigma cuya clave se encuentra en la perfecta puntualidad de los horarios de trenes en el Japón de 1957. Con una precisión matemática, el autor construye un libro policíaco que huye de la sangre y la violencia en primer plano para ofrecernos una narración calmada, minuciosa y muy aséptica. Su autor nos irá mostrando las pesquisas que los dos investigadores van haciendo y los resultados que van obteniendo y, por el camino, iremos conociendo un poco de cada uno de los personajes implicados: víctimas, sospechosos y testigos. Los personajes aparecen ligeramente perfilados y es quizás este desconocimiento que tenemos de ellos lo que impide al lector decantarse por un posible culpable. Todos ellos son meras piezas de una historia donde lo que importa es el camino recorrido hasta la resolución del caso. De esta forma, lo que nos llamará la atención es el detallado mecanismo de relojería construido por Matsumoto para resolver un caso a partir de la combinación de horarios de trenes con puntualidad suiza.
«Sin embargo sus sospechas eran demasiado inconsistentes como para presentar objeciones a la teoría del doble suicidio. El comisario no se lo habría tomado en serio. En realidad, objetivamente hablando, la base de sus sospechas apenas se sostenía. Por eso, a pesar de que no estaba del todo convencido, decidió mantener la boca cerrada mientras maduraba su hipótesis, pero el silencio que se había impuesto no consiguió aplacar su inquietud. Y, es más, su sombrío estado de ánimo empeoró cuando decidió no hablar. No descansaría hasta que hubiera encontrado la respuesta a aquellos dos enigmas».
El expreso de Tokio es una novela policíaca soberbia en la que se aprecia el más puro estilo oriental. Su narración sosegada, sus personajes esbozados y la meticulosidad con la que los investigadores ejercen sus pesquisas son rasgos que destacan dentro un misterioso suicidio que acabará vinculado a temas lamentablemente de actualidad como la corrupción política. Al final todo el rompecabezas acaba siendo resuelto y las piezas de todo el engranaje encajan a la perfección.
A destacar: Una novela policíaca cuya importancia reside en la meticulosa resolución del caso, el uso de la lógica y la asepsia en la presentación de los personajes implicados en la trama, que incitan al lector a seguir hasta el final para llegar a resolver el enigma.
Autor: Seicho Matsumoto
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 220
Precio: 17,95 €
Valoración:
No lo conocía pero me has picado la curiosidad. Besos.