El Recomendado del Mes (Marzo 2015): «Matemos al tío»
Unos niños algo traviesos. Un puma salvaje que sólo tiene una oreja. Un toro llamado Duque de Hierro. Un malvado tío. Y un auténtico Montado. Todo estos personajes y muchos más son los que encontramos en el nuevo Recomendado del Mes de Marzo en Vadeletras. Matemos al tío es una novela diferente y fresca, una comedia con aires negros escrita en 1963 por la novelista Junne Skinner que utilizó el pseudónimo de Rohan O’Grady. Todo un clásico que seguiría pasando desapercibido de no ser por el buen hacer editorial de Impedimenta, que hace apenas unos meses lo publicó en castellano en una preciosa edición con la ilustración de Edward Gorey.
La novela de O’Grady sorprende desde el principio por su originalidad y la ingeniosa trama. Su protagonista es el pequeño Barnaby, un niño de diez años, huérfano y al que sólo le queda un tío como única familia. Pero Barnaby es también el heredero de una fortuna de diez millones de dólares y teme por su vida. Porque su malvado tío está tratando de matarlo para quedarse con su herencia.
El muchacho esperará la temible llegada del comandante Murchison-Gaunt (su tío) en una lejana isla de Canadá donde será cuidado por el matrimonio Brooks. En esa isla habitan muchos adultos, pero muy pocos niños. Aunque este verano Barnaby estará de suerte porque, casualmente, encontrará una compañera de juegos, la pequeña Christie, una niña avispada y poco comilona que vivirá al cargo de la cabrera, la señora Nielsen. Juntos no paran de de sembrar algo de caos en la apacible y tranquila vida de la isla. Barnaby intentará avisar a todo el mundo del peligro que corre junto a su tío pero como no para de hacer travesuras, nadie le cree, ni siquiera el sargento Coulter, un Policía Montado de Canadá. Hasta que se lo confiesa a Christie y juntos deciden emprender una macabra misión: tendrán que matar ellos al tío primero. Para ello recurrirán al pobre Desmond, un entrañable habitante de la isla, y a Una Oreja, un puma salvaje que pulula por esos lares.
«No pasó mucho tiempo antes de que Barnaby Coulter empezara a cumplir las profecías más funestas del sargento Coulter. Ni siquiera se había puesto el sol en su primer día completo en la Isla, cuando el sargento Coulter ya había recibido en su oficina tres quejas sobre el chico. El señor Brooks, que estaba ocupado separando el correo levantó la vista y vio que el sargento Coulter estaba de pie delante del mostrador de la tienda.
– Lo siento, sargento, espero que no lleve mucho tiempo esperando.
– No, acabo de entrar. Por cierto, ¿ha llegado un paquete de Londres para mí?
– Todavía no, Albert.
La calma que reinaba en la única tienda de la Isla se alteró súbitamente a causa de un agudo sonido infantil. Fue como si las vigas temblaran.
– ¡No pienso comerme esta condenada papilla!
Suspirando, el señor Brooks sacudió la cabeza y se volvió hacia el sargento Coulter.
– Nos está costando un poco que Barnaby coma, ¿sabe?»
A pesar de lo siniestra que pueda parecer la trama en un principio, Matemos al tío es una novela que tras leerla deja un buen sabor de boca, por la delicadeza y la fina ironía que la autora imprime a la historia. Y es que es imposible no sentir apego por unos personajes tan entrañables como son los dos pequeños protagonistas, Barnaby y Christie. Como también resulta imposible no esbozar una sonrisa durante su lectura y más cuando se va descubriendo el rocambolesco plan que urden para matar al maquiavélico tío y los impedimentos que se van encontrando. Los dos niños son quizás los personajes mejor retratados en la novela y destacan junto al sargento Coulter, el Policía Montado del Canadá que escribe cartas a su amada y recela de los revolucionarios niños. Junto a ellos se encuentra Una Oreja, un puma salvaje al que los muchachos intentan domesticar, con resultados poco satisfactorios…
«Hacía mucho, mucho tiempo que Una Oreja no comía salmón, y se lo terminó con deleite. Cuando el último bocado delicioso bajó por su garganta, se sentó a atusarse el satinado pelaje.
Si hubiera sabido lo que los niños querían, y si la víctima planeada hubiera sido el sargento Coulter, habría accedido con sumo gusto, siempre que hubiera podido hacerlo con total impunidad. ¿Quién sabe cuántos pumas había aniquilado de modo gratuito ese asesino?»
Entre las estratagemas del tío y las intentonas de los pequeños, Rohan O’Grady nos hace pasar un buen rato y elabora una comedia distinta, con toques de aventura, ciertos tintes negros, y una galería de personajes admirable. Pese a la perversidad del plan que Barnaby y Christie, los muchachos nos hacen reír ante la inocencia que desprenden con sus ideas, en contraposición con la pérfida y estudiada maquinación del tío. Una Isla que se llena de vida con la llegada de estos niños que cubrirán el vacío sentido por muchos de los adultos, como el propio matrimonio Brooks, a los que la presencia de Barnaby les ayudará a hacer más llevadera la pérdida de su pequeño hijo Dickie.
Por esta notable construcción de los personajes protagonistas y por ofrecer una historia fresca en la que se combinan multitud de géneros, desde la novela negra con la trama de aventuras, los relatos de iniciación o la comedia negra, Matemos al tío es el libro recomendado del mes de Marzo en Vadeletras.
A destacar: Una excelente comedia negra, con mucha aventura, una fina ironía y, sobre todo, con unos protagonistas infantiles muy bien perfilados, cuya mezcla de inocencia y perversidad, hacen que el lector sienta cariño por ellos.
Autor: Rohan O’Grady
Editorial: Impedimenta
Páginas: 182
Precio: 22 €
Valoración:
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