El Recomendado del Mes (Noviembre 2015): Todo

No suelo ser muy metódico a la hora de planificar mis lecturas, casi siempre me dejo llevar por lo que, en ese momento, me apetece. El momento de echar un vistazo a tu estantería y decidir cuál va a ser el próximo libro que caerá entre tus manos es uno de mis preferidos. Aunque, otras veces,  la causa es una visita casual a la biblioteca o a la librería o un regalo que no esperas. La lectura que acabé hace poco ha sido un regalo en todos los sentidos. Una novela que me regalaron hace un tiempo por mi cumpleaños y que, al final, había ido postergando. Hasta que le llegó su momento. Y el mío. Tras la lectura de Todo de Kevin Canty y la editorial Libros del Asteroide sólo puedo dar gracias a ese azar tan caprichoso que te pone en el camino algunos libros que, posiblemente, no habrías descubierto si una casualidad no los pone a tu alcance. Por una prosa llena de delicadeza y donde los ambientes y la naturaleza son también protagonistas, por ofrecernos unos personajes profundos y delicados,  algo desorientados pero con ganas de afrontar las desavenencias de la vida con valentía, por construir una historia que comienza agridulce pero que deja, a la vez, un mensaje lleno de optimismo…por ello, Todo de Kevin Canty es El Recomendado del Mes en Vadeletras.

La novela de Canty nos presenta a un elenco de personajes que están experimentando momentos difíciles en sus respectivas vidas. RL es un hombre de cincuenta años que regenta un negocio de pesca deportiva en Montana. Todos los años suele reencontrarse con June, la viuda de su amigo Taylor, para celebrar los cumpleaños que él no pudo disfrutar, a modo de homenaje. Pero, el que hubiera sido el cincuenta cumpleaños de Taylor, acabará siendo el último. June está decidida a romper esta tradición, quiere superar ya la muerte de su marido y, para ello, decide también poner en venta la casa que habían compartido. Aunque la vida también pondrá retos a RL. Deberá acoger en su casa a una antigua novia, Betsy, que se ha desplazado allí para seguir un tratamiento de quimioterapia. Por si fuera poco, Layla, la hija de diecinueve años de RL, regresa de la universidad, algo perdida a causa de un desengaño amoroso. ¿Recordará RL cómo era ejercer de padre?

Cuando uno se adentra en la lectura de este relato, lo primero que aprecia es la belleza y plasticidad que transmiten las descripciones de los paisajes que sirven de ambiente para la historia. Los momentos en que RL se encuentra pescando junto a Edgar o conversando junto a June embellecen aún más unos diálogos directos y emotivos, impregnados por la belleza de esa atmósfera que desprende la naturaleza en estado puro.

«En agosto, RL y Edgar fueron a pescar con balsa por un estrecho del Bitterroot para ver si se podía hacer. No había llovid en seis semanas, y los regantes le habían chupado la vida al río para mantener verdes los campos de heno. El lecho del río serpenteaba entre bancos de grava, cuando había agua que lo cubriera, pero estaba seco ahora. Ver aquelló irritó a RL. Amaba a aquel río a pesar de lo traicionero y engañoso que era, y ahora lo habían insultado, consumido».

June, Layla, Betsy, Edgar y RL luchan por seguir viviendo, por salir de alguno de los  obstáculos que la vida les está poniendo. Es precisamente esta unión casual de cinco personas tan diferentes lo que hace avanzar la trama. Y gracias a esos pequeños momentos que acaban compartiendo, a los roces que surgen entre ellos, a los diálogos en los que rememoran épocas pasadas, a aquellas conversaciones que sacan a la luz emociones y secretos ocultos…gracias a todo esto, cada uno de ellos aprenderá que a pesar de que la vida es injusta y caprichosa, en el fondo, es la única que tenemos y hay que aprovecharla.

«Cuando Rosco muriera se mudaría al pueblo, a algún lugar con un poco de vida, con ruido de gente. En aquella casa sólo se oía el chasquido de la nevera al encender se y apagarse, el viento en los aleros, sus suaves pisadas en el suelo de abeto pintado. Se acabó el vino de un sorbo largo y se dirigió a la cama. Entonces se dio cuenta de que no tenía la menor oportunidad de dormirse, todavía no. Se quedó en la cocina, entre la silla y la nevera, intentando decidir si se servía otro vaso de vino. Estaba casi paralizada. Era una decisión sin importancia, pero no conseguía tomarla.  Totalmente sola y paralizada en mitad de todo: la noche , su vida, su cocina.

Mediante una prosa cercana y fluida,  Canty nos va conduciendo por los desvelos que sufren estos personajes: las dudas amorosas de Layla, cuyo corazón se tambalea entre dos hombres; los miedos de June por romper con todo lo que le recuerda a Taylor; la ironía del destino de Betsy, una hippie amante de la vida sana y, ahora, sufriendo la dureza de la enfermedad al tiempo que bromea sobre los excesos de RL, siempre con una cerveza a punto pero con una salud de hierro. Los diálogos que uno encuentra a lo largo de estas páginas son certeros e irradian la misma naturalidad que los parajes por los que transitan los protagonistas. Unos personajes que muestran, sin dobleces, sus vulnerabilidades, sus errores y sus contradicciones pero también sus aciertos y sus fortalezas. Unos personajes que van buscando la felicidad y que, en definitiva, trascienden la palabra escrita para convertirse, según uno va leyendo, en seres de carne y hueso.

Por ofrecernos un elenco de personajes llenos de matices y una trama que gana fuerza precisamente por las relaciones que, de manera casual, se establecen entre ellos; por mostrarnos unas descripciones de la naturaleza repletas de belleza y que, además, van en consonancia con los sentimientos de los protagonistas, por construir un relato donde los elementos agridulces que sufren sus protagonistas no impiden un mensaje positivo, por estas razones, Todo de Kevin Canty y la editorial Libros del Asteroide es el Recomendado del Mes de Noviembre en Vadeletras.

A destacar: Un emotivo relato, sustentado en bellas descripciones y un potente elenco de personajes, así como en los vínculos e interrelaciones que surgen casualmente entre ellos.

Valoración: