VDL Negra 3: La delgada línea que separa al hombre de la bestia

Hoy os traigo en esta sección de novela negra una de las mejores lecturas que he leído este 2014. Con ella empezamos este 2015 de VDL Negra. Se trata de una novela negra brutal, un thriller trepidante y original, especialmente por la voz narradora, y con una historia que me ha hecho reflexionar sobre la fina línea que en ocasiones nos separa a nosotros, el ser humano «racional» de los animales. La obra que aquí reseño es Ánima del autor quebeco-libanés Wajdi Mouawad.

Ánima de Wajdi Mouawad

La trama comienza cuando Wahhch Dech encuentra en su casa el cuerpo de su mujer, embarazada, que ha sido salvajemente violada y asesinada. Dech necesita saber quién lo hecho, descubrir al asesino, plantarse delante de su rostro y, para ello, emprenderá una búsqueda que lo conducirá por Canadá y América. Una road novel en la que los paisajes que el protagonista va descubriendo y los animales que contemplan sus pasos son los ingredientes principales. Todo ello en una trama que destaca por la brutalidad con la que se describe la violencia humana, no sólo la que Dech sufre en sus propias carnes, sino también la violencia en mayúsculas, la de las guerras.

«Habían jugado tantas veces a morirse el uno en lo brazos del otro, que al encontrarla ensangrentada en mitad del salón se echó a reír, convencido de estar asistiendo a una representación, a algo grandioso que consiguiera sorprenderlo esta vez, anonadarlo, pasmarlo, hacerle perder la cabeza, quedarse con él. Por la mañana, tras darle la bolsa de plástico amarillo, ella había dicho en tono jovial Compra atún porque el-atún-es-bonito, pero era evidente que estaba muerta, pues tenía los ojos abiertos, la mirada fija y, entre las manos, la herida, el cuchillo clavado en el sexo».

Hay escenas violentas tan detalladas y minuciosamente descritas, con tanta fuerza, que se me hacía un nudo en el estómago al imaginarme en mi cabeza tales atrocidades, y lo peor, esas atrocidades realizadas por seres humanos, como tú y yo, de carne y hueso. A lo largo de las páginas, iremos conociendo los datos biográficos, el pasado y el presente del protagonista, ya que cuando comenzamos el libro tan sólo sabemos que ha perdido a su mujer de esta forma tan vil.

De esta forma, en estas páginas, descubriremos que Dech presenció la masacre de Sabra y Chatila en 1982 cuando era solamente un niño. Descubriremos al asesino de su mujer. Pero todo ello lo descubriremos gracias a los diálogos, que mezclan varios idiomas para dar mayor realismo a la trama, y sobre todo a los animales. Y es que, en Ánima, los animales que contemplan las acciones de Dech, aquellos que éste se va a encontrando a su paso, se convierten en los narradores de este apabullante trhiller.

«Lo he visto llegar por el camino principal del cementerio, encabezando el cortejo, justo detrás del coche fúnebre. Separado del resto del grupo, daba la impresión de caminar solo, con su larga silueta embotada, como si a cada paso que daba fuera no ya a desplomarse, sino a volatilizarse. Yo lo espiaba desde la rama de un árbol en el que estoy posado desde las primeras luces del alba, en mitad de una bandada de cornejas, especie con la que suelen confundirme. El árbol se inclinaba por culpa del peso. Siempre somos muchos los que rondamos por aquí cuando flota en el aire el olor acre de un cadáver».

Ánima es una novela negra absorbente, un thriller que nos sumerge de lleno y de una forma muy particular en la violencia del ser humano utilizando para ello un artificio narrativo: el de dar voz a los animales. Así, en contraste con las acciones violentas de los animales, hechas por mero instinto, nos encontramos con asesinatos, guerras y viles torturas de mano de seres humanos. Y la célebre frase de «el hombre es un lobo para el hombre» vuelve a volar dentro de nuestras cabezas según vamos leyendo este thriller.

«Unos abejorros han destripado a nuestra reina, la han devorado igual que han devorado los huevos, las larvas y a la mayor parte de los machos que había. Hemos peleado, pero no éramos suficientes para ahogarlos como ahogamos a las avispas que se acercan demasiado a nuestra cresa. Era un tipo nuevo de abejorros. Han esperado a que las celdillas estuvieran llenas para atacarnos y arrasar con todo. Han saqueado nuestras riquezas y se han ido dejando una colmena devastada. Estamos perdidas».

A destacar: Una narración brutal gracias a una voz potente que ofrece una original visión de la historia: las bestias hablan sobre la crueldad del ser humano. Un thriller negro que engancha, con un ritmo enérgico y  unas descripciones de la violencia muy logradas que me han hecho estremecer del horror mientras las leía. Una excelente traducción, por cierto, del escritor Pablo Martín Sánchez.

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