VDL Negra 9: Un asesinato en una habitación cerrada

Otra semana en VDL Negra y otra novela de Agatha Christie que acabamos de leer. En esta ocasión, se trata de El misterioso caso de Styles, el primer libro con el que la autora inglesa nos presentaba a su peculiar y excéntrico detective belga, el inigualable Hércules Poirot.

Este primer caso de Hércules Poirot se centra en investigar el asesinato de Emily Inglethorp. La rica anciana, que acaba de contraer matrimonio con un hombre mucho más joven que ella y no muy bien valorado por la familia de Emily al que ven como un cazafortunas, muere en mitad de unas horribles convulsiones. Todo apunta a que ha sido envenenada con estricnina.

La novela está narrada en primera persona por el capitán Hastings, amigo de la familia, y será él quien decida pedir consejo a Poirot, un detective retirado que es amigo suyo y viene precedido de un gran éxito como profesional pero que tiene, también, una actitud bastante rara a la hora de ejercer sus investigaciones. Gracias a la narración de Hastings el lector irá descubriendo las reacciones que provocan las acciones de Poirot entre los sospechosos y, sobre todo, verá cómo el propio Hastings duda a veces de las capacidades detectivescas de Poirot. Y es que el belga es tan particular…

«A continuación pasó a examinar los objetos esparcidos por el suelo, donde la mesilla de noche había sido volcada. Consistían en una lamparilla, algunos libros, cerillas, un manojo de llaves y fragmentos de una taza de café.

-¡Qué curioso!

– Le confieso que no veo nada de particular.

-¿No? Fíjese en la lámpara: el tubo de cristal está roto en dos partes; ahí están, tal como quedaron al caer. Pero mire, la taza está completamente deshecha.

– Bueno. Alguien la habrá pisado.

– Eso es – dijo Poirot con voz extraña-. Alguien la habrá pisado.

Se levantó, dirigiéndose lentamente a la repisa de la chimenea, donde permaneció absorto, manoseando las figuritas y poniéndolas en orden, viejo recurso suyo cuando estaba nervioso.

– Mon ami! Alguien pisó esa taza, haciéndola añicos, y la razón para hacerlo pudo ser: o bien que contenía estricnina o bien que no la contenía, lo que es mucho más serio.

No contesté. Estaba desconcertado, pero sabía que era inútil pedirle explicaciones».

Toda la familia de Emily resultará sospechosa de un asesinato, el ocurrido en la residencia Styles, que plantea muchas incógnitas. El hallazgo de las tazas de café, el misterioso envenenamiento en una habitación cerrada, un trozo de papel quemado que parece ser un fragmento de un testamento que escribió la acaudalada viuda antes de fallecer…Una serie de enigmas que escaparán muchas veces a la mente de Hastings pero no a la del detective belga. Será Poirot quien aclare en el capítulo final todo el embrollo que conlleva un crimen como éste y el que despeje las dudas sobre la autoría de un asesinato que parece tener a muchos candidatos para haberlo cometido.

El misterioso caso de Styles es otra entretenida novela policíaca con el estilo propio de Agatha Christie. Aquí resulta destacable cómo nos presenta a Poirot. A través de la narración en primera persona de Hastings, con la incredulidad y la incomprensión que manifiesta, conocemos las excentricidades y los misteriosos diálogos que el detective realiza durante toda la investigación. Y es que los mecanismos que usa el detective para esclarecer el crimen son muy suyos, se fija en rasgos que a simple vista parecen no ser importantes. Pero llega la resolución, y Poirot deja con la boca abierta a Hastings y al lector gracias a su ingenio y astucia.

A lo largo de estas páginas, que se leen francamente muy rápido, Agatha Christie despliega también todo un entramado de incógnitas con las que consigue jugar con el lector al que confundirá con el desfile de sospechosos. El final será otro punto de inflexión con el que la gran dama del género detectivesco pone el broche de oro a una trama detectivesca que resulta, en su conjunto, muy notable.

A destacar: El misterioso caso de Styles nos ofrece una intriga detectivesca construida a partir de un gran número de enigmas y destaca la capacidad que tiene la autora para confundir al lector sobre quién es el asesino. El final que resuelve todo es la guinda de una trama policíaca muy sólida.

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